Zaragoza.- Los datos revelan que Aragón es una de las comunidades más seguras y con los niveles de delincuencia más bajos. Datos que difícilmente comprenden quienes sufren un robo, por ejemplo. Es en este punto, en hacer que la sensación personal de inseguridad sea menor, donde quiere hacer hincapié el nuevo jefe de zona de la Guardia Civil en Aragón, Carlos Crespo.
Natural de Ávila y con experiencia en el territorio aragonés, Crespo está convencido de que la Guardia Civil dispone de medios punteros para contribuir a la lucha de delitos como la violencia de género o la corrupción.
Pregunta.- Aunque nació en Ávila su primer destino fue la Comandancia de Huesca, también ha estado en Zaragoza y como dijo en su toma de posesión se siente “aragonés”, ¿qué balance hace de sus primeros días de “regreso a casa”?
Respuesta.- Efectivamente, esto es como una vuelta a casa porque yo me he criado en Aragón. Los primeros días son muy intensos, de retomar el trabajo, volver a ver a antiguos compañeros y colaboradores, a las autoridades... La verdad es que ya conocía a muchas de ellas de mi etapa anterior en Zaragoza y Huesca. Estoy encantado, por supuesto.
P.- Aragón es, según dicen los índices, una de las comunidades con una tasa de delincuencia más baja pero estos datos son difíciles de explicar a quienes sufren un robo en su casa, en su finca... ¿no le parece?
R.- Absolutamente, pasa en Aragón y en cualquier parte de España. Sí es cierto que esa parte subjetiva de la seguridad hay que gestionarla y lo hacemos con proximidad e información al ciudadano, a los empresarios, a los agricultores, ganaderos y a los colectivos en general. Es la forma de contribuir a que esa sensación de inseguridad sea menor.
P.- ¿Cuál es el principal problema de seguridad al se enfrenta a la Guardia Civil en Aragón?
R.- La mayor parte de los hechos delictivos son delitos contra la propiedad, algo habitual en toda España. Tal vez, gestionar esos pequeños robos sobre explotaciones agrícolas que en ocasiones causan más daños que lo que es el producto que luego sustraen y que crea esa inseguridad. El principal esfuerzo debe centrarse en controlar la seguridad subjetiva.
P.- ¿Cómo está la seguridad en el medio rural?
R.- Hay robos y hay que reconocerlo. Se actúa en dos líneas: a través de la prevención, con patrullas que están en contacto con la población para tener información de personas que puedan moverse por los caminos y no sean de la zona, y por otro lado las líneas de investigación sobre personas que creemos que se dedican a estas actividades.
P.- Siguiendo con los datos, el último balance de criminalidad refleja un aumento de los robos, ¿a qué se debe este incremento?
R.- No ha habido un incremento sustancial en cuanto al número de robos y la panoplia de autores de robos es amplia, no son solo bandas organizadas sino mezclas, unos robos son de gente que vive en la zona y también los hay de grupos de delincuentes que viven en otras regiones y se van moviendo por España y si ven un objetivo de interés se lo llevan. Lo más complicado es investigar a los delincuentes itinerantes.
P.- Un trabajo todavía más arduo en una zona tan extensa geográficamente como es Aragón.
R.- La realidad geográfica y demográfica de Aragón hacen complicada la gestión porque es una dispersión tremenda de los bienes sobre el terreno en zonas donde a lo mejor no hay habitantes que también hay que proteger. Somos conscientes de que la maquinaria que se usa actualmente es cara y que el robo de un tractor o de una empacadora supone mucho dinero.
P.- Por otro lado, los delitos de tráfico de drogas han descendido, ¿perciben esta realidad?
R.- El tráfico de drogas es un delito que se esclarece cuando se encuentra, no es como los robos. No puedo asegurar que haya un descenso, pero sí es cierto que en los controles que se están haciendo están dando efectos positivos.
P.- Como a cualquier sector, la crisis también les ha afectado en cuanto al número de efectivos, ¿hay posibilidad de aumentar su plantilla?
R.- Estamos en ello ya. Durante unos años, la oferta de empleo público ha caído, no solo en la Guardia Civil, y se produce un cambio vegetativo en la Guardia Civil que si no se repone supone una pérdida de agentes. La tendencia ha cambiado y este año ya ha habido una oferta de empleo público de 2.500 que supera los guardia civiles que por razón de edad se van a ir.
P.- En Aragón, ¿hacen falta más efectivos?
R.- Lo que hace falta es cubrir las vacantes que tenemos.
P.- ¿Qué le pareció el veredicto de no culpabilidad sobre el vecino de Ejea de los Caballeros al que la Guardia Civil identificó como el asesino de Eduardo Montori en 1996?
R.- La Guardia Civil apoya a la justicia, en general, y hemos hecho lo que nos jueces nos pidieron. Aportamos las pruebas y después el jurado ha determinado que el acusado es no culpable. Respetamos esa decisión, de igual modo que respetaremos si la Fiscalía o la acusación particular recurren.
Nosotros no podemos entrar en esa dinámica de valorar qué nos parece porque es irrelevante. Hacemos nuestro trabajo con absoluto rigor y es un ejemplo de que no dejamos ningún caso abierto, pero no cabe opinar sobre lo que hace la justicia.
P.- Lo cierto es que la tecnología ha evolucionado y es factible cerrar un caso 20 años después del crimen.
R.- El informe pericial es riguroso y no cabe ninguna duda. Por lo tanto, es posible porque si no lo hubiera sido lo habríamos dicho.
P.- Como miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ¿qué cree que falla en la lucha contra la violencia de género?, ¿es solo una cuestión de educación en igualdad?
R.- Es un tema complejo. A las comandancias y a la Guardia Civil en Aragón lo que nos corresponde es aportar la protección a las víctimas y estar pendientes tanto si hay denuncia como si no porque si tenemos conocimiento de un caso también tenemos que actuar. Una vez que damos la protección a la víctima hay que orientarla hacia la panoplia de vías que hay.
¿Debería la sociedad española hacerse un replanteo? Seguramente sí, pero no solo mirando a España sino a otros países donde también ocurre. Además a la mujer hay que apoyarla y aconsejarla. Una serie de cuestiones que ahora están muy presentes. Si seguimos teniendo violencia de género será porque hay que tocar otros aspectos, a lo mejor el de la educación que ha comentado.
P.- ¿La Guardia Civil tiene medios para controlar a los agresores?
R.- Sí, tenemos medios. Existen distintos niveles de protección que se obtienen a partir de parámetros objetivos como si hay o no antecedentes, la vulnerabilidad de la víctima... Esos elementos determinan el nivel de protección que ha de darse a la víctima y en el caso del nivel máximo hay elementos técnicos para poder hacer un control del agresor.
P.- ¿Cree que funcionan esos mecanismos?
R.- Yo creo que sí, estoy convencido, pero el 100% de seguridad nunca existe.
P.- Otra actividad que, lamentablemente, no cae de la palestra informativa es la corrupción ¿Cómo se combate este fenómeno?
R.- Exactamente como está haciendo la Guardia Civil, haciendo investigación y apoyando a la autoridad judicial. Son investigaciones complejas y no se pueden hacer de un día para otro, pero nuestra labor es investigar y aportar pruebas que permitan hacer detenciones y llevar un juicio justo. La Guardia Civil dispone de medios punteros para cualquier tipo de investigación y delitos tan complejos como los societarios o económicos requieren un conocimiento profundo por parte de los investigadores y los tenemos.
P.- ¿Cuáles son los retos que se marca para el futuro?
R.- Mantenernos en los buenos datos de seguridad objetiva y avanzar en que la seguridad subjetiva sea cada vez mejor.
