El presente se imprime en 3D

Las impresoras 3D han llegado para quedarse. Gracias a dos ingenieros industriales, esta nueva tecnología ha abierto sus puertas en Zaragoza con el objetivo de ser un apoyo a industrias. A partir de hilos de plástico o fibra de carbono, ya se pueden fabricar desde pequeñas piezas hasta réplicas de obras de arte. El futuro ya está aquí.

Zaragoza.- Aeropatines, robocordones, chaquetas autosecantes o coches voladores. Muchos son los objetos futuristas que Marty McFly y Doc se encontraron cuando llegaron al 2015 a bordo de su DeLorean. Es posible que la imaginación de Robert Zemeckis fuera demasiado lejos en Regreso al Futuro y que aún haya que esperar algunos años para poder tenerlos en nuestras manos. Pero lo que sí ha llegado a tiempo es la impresión en 3D.

Y ha llegado a Aragón gracias a Javier Trullén y José Antonio Beamonte, dos ingenieros industriales, que hace dos meses se lanzaron a crear la primera empresa de impresión en tres dimensiones. "Vimos la necesidad que había en Zaragoza, que no había ninguna empresa que se encargara de cubrir las necesidades de una impresión 3D y que había nicho", ha comentado Javier.

A partir de unos hilos de plástico, nylon o fibra de carbono, estas impresoras son capaces de crear piezas para máquinas, prótesis ortopédicas, maquetas o réplicas de obras de arte. La medicina, la industria, la arquitectura o el deporte son solo algunos campos en los que la impresión 3D ya es una parte fundamental en sus procesos de fabricación o se ha convertido en una herramienta de diagnóstico. "En el campo de prótesis y ortopedia empieza a verse un resultado más evidente en 3D. Son prótesis personalizadas, una unidad para una persona; pero es un campo de aplicación grande. Ya hay mucha gente con férulas hechas en 3D", ha señalado Beamonte. En definitiva, "cualquier pieza de plástico que se te rompa en casa puede ser hecha en 3D, cualquiera. Probablemente, no nos damos cuenta de cosas que están hechas en 3D. Hay compañías aeronáuticas que en sus aviones introducen materiales realizados con 3D", ha continuado.

Mediante esta impresión se pueden obtener objetos imposibles de conseguir por métodos tradicionales. Geometrías interiores o caras con ángulos en contra salida se pueden materializar sin ningún tipo de problema, y siempre con el máximo ahorro en el material utilizado, ya que la técnica de impresión por deposición de material fundido (FDM) emplea durante el proceso de generación de la pieza únicamente el material necesario, "similar a una máquina de soldar", ha simplificado José Antonio. "Es una de las ventajas de las impresoras 3D. Usamos el material que necesitamos y el desperdicio es mínimo", ha detallado Javier Trullén.

Javier Truñen y José Antonio Beamonte son los responsables de que la impresión en 3D haya llegado a Zaragoza
Javier Trullén y José Antonio Beamonte son los responsables de que la impresión en 3D haya llegado a Zaragoza

No solo es la impresión 3D como tal. De forma paralela, la industria del consumible que se precisa para imprimir también avanza con pasos de gigante, dando lugar a materiales cada vez más técnicos orientados a usos industriales, capaces de soportar altas temperaturas o conducir la electricidad. "Hemos pasado de tener plásticos a fibra de carbono, nylon o plástico más técnico. El mercado se va abriendo mucho y muy deprisa", ha contado José Antonio Beamonte.

¿Límites?

Si difícil es enumerar los campos de aplicación de esta nueva tecnología, todavía es más complicado poder averiguar los límites de la impresión 3D. "Es difícil saber. Esto acaba de salir. Es como si hace 8 años preguntaras por los límites del teléfono móvil. Ahora está aquí, pero a saber dónde estarán dentro de cinco años", ha mantenido Trullén. "No hay límites. Los habrá, pero aún no los conocemos", ha aseverado Beamonte.

Quizá uno de esos límites sea trasladar las capacidades de una impresora 3D al hogar. "Es un tópico decir que con una impresora 3D puedes hacer lo que quieras. Hay que saber cómo hacerlo y alguien lo tiene que diseñar. Esa es una de las pequeñas mentiras de las impresoras 3D. No todo el mundo maneja programas de diseño complejos", ha explicado José Antonio Beamonte. "Para bajarte muñequitos de Juego de Tronos e imprimirlos vale, pero hace falta más capacidades de darle a un botón", ha ironizado.

Pioneros en su tierra

Vistas todas las capacidades presentes y futuras de las impresoras 3D, Javier y José Antonio decidieron lanzarse a crear Impremium3D, la primera empresa de este sector a nivel profesional en Aragón. "Diseñamos desde hace muchos años y lo complementábamos con nuestro oficio, diseñadores industriales. Llevamos muchos años en el gremio. Hablando del tema nos decidimos. Hay mucha salida y estamos trabajando bastante", han contado.

Pese a que la decisión no fue sencilla debido a la fuerte inversión que tuvieron que afrontar sin ayudas, se percataron de que "era una necesidad que se nos venía". "Era el momento. Somos los primeros. Entendíamos que podía ser nuestro futuro y era el momento adecuado para dedicarnos a ello", ha manifestado Javier.

A la decisión final ayudó que no era la primera vez que estos ingenieros industriales trabajaban con esta tecnología, con resultados muy positivos. "Yo tuve la oportunidad desde hace años de tener contacto con la impresión 3D y el año pasado hice un proyecto en el que utilice esta impresión para sustituir un proceso de mecanizado. Me ahorraba un montón de costes. Hacía moldes para hacer piezas, y los imprimía. Ahí empecé a ver las opciones de incluir la impresión 3D en un paso intermedio que sirva para optimizar los procesos de fabricación", ha comentado José Antonio.

Pese a la dificultad técnica para realizar los diseños, reconocen que podremos realizar
Pese a la dificultad técnica para realizar los diseños, reconocen que podremos realizar "alguna figurita" en casa

De esta forma, a finales de enero de este 2017 abrió sus puertas Impremium3D con el objetivo de "dar solución a las necesidades de las industrias más exigentes". Así, ya mantienen una colaboración constante con el Grupo Valeo, con sede en Zaragoza y dedicado a productos para turismos y vehículos comerciales. "Empezamos haciendo unas pocas piezas que requerían mucha prisa y hemos acabado haciendo 30. También hemos tenido pedidos puntuales de dos piezas para no tener que mecanizarlas. Hemos ofertado también series cortas en materiales más técnicos que pueden tener flexibilidad. La idea, por las capacidades de la máquina, es hacer el prototipo, figuras complejas que no se consiguen mediante el mecanizado", han explicado.

Para ello, cuentan con una impresora de grandes dimensiones, con una capacidad de trabajo de 600x450x450, con la que les permite "marcar la diferencia para poder trabajar con los materiales más técnicos y exigentes que existen a día de hoy", han señalado. Entre los objetos que han salido de esa máquina se encuentran desde piezas para otras estructuras hasta la cabeza de un Cesaraugusto, fundas para el móvil, un Halcón Milenario de Star Wars o diversos objetos decorativos. Solo es un comienzo, pero ya se puede aventurar que el presente se imprime en 3D.