La estilográfica: una herramienta y una joya

La estilográfica no ha pasado de moda, hay quienes la siguen impulsando. Uno de ellos es el dueño de “La Estilográfica Moderna”, José María Martínez, que desde 1946 en su negocio zaragozano ha apostado por ella como “herramienta creada para el periodo de formación del individuo y para la satisfacción personal”.

Zaragoza.- El origen de la pluma moderna se sitúa en 1883 con Lewis Waterman. Éste perdió una gran suma de dinero al derramar la tinta de su pluma sobre un contrato importante. Para evitar estos accidentes construyó un plumín que permitiera la entrada de aire en el depósito de la tinta, haciendo que ésta fluyese de forma uniforme al tiempo que escribía. Así nació la primera pluma estilográfica moderna. Muchos otros idearon mejoras en el flujo de tinta y fue George Parker, en 1894, quien patentó un nuevo alimentador de tinta que evitaba las molestas manchas en los dedos al desenroscar el puchón, era el Lucky Curve.

Desde entonces, muchos son los seguidores de esta pluma moderna. En nuestros días, siguen existiendo aficionados que pretenden impulsar su uso y costumbre. Uno de ellos es José María Martínez que con su establecimiento “La Estilográfica Moderna”, en la calle zaragozana de Méndez Núñez, continúa con esta tradición y trabaja para que la gente recuerde las ventajas de su uso.

Pero no es el único establecimiento que lo impulsa. Éste, junto a 35 tiendas españolas, todas miembros de la Asociación de Detallistas de Estilográficas (ADE), se van a reunir en Madrid los próximos 1, 2 y 3 de octubre para organizar un mercado de la escritura. El llamado “Adeptum” será una cita donde se podrán encontrar estilográficas de colección, material exclusivo de escritorio y accesorios. José María Martínez participará en uno de los coloquios sobre el fomento de la escritura que se celebrarán en esta feria.

Pregunta.- ¿Cuándo se creó este negocio de estilográficas?
Respuesta.- Mi padre fue quien comenzó este negocio en 1946. Desde pequeño hice mis “pinitos” y aprendí mucho observándole. Yo he continuado su labor y, a partir de 1985, trasladamos la tienda y la ampliamos. Actualmente, mi hijo también me ayuda a sacarla adelante y espero que mi nieto pueda seguir dedicándose a esto.

P.- ¿Qué tiene “La Estilográfica Moderna” que no tengan otros establecimientos?
R.- Somos únicos. Nos dedicamos exclusivamente a la venta y reparación de instrumentos de escritura de todas las épocas. Somos los únicos en Aragón y sólo existen cuatro establecimientos más de este tipo en toda España: uno en Valencia, otro en Murcia, y dos en Barcelona. Nos distinguimos por dar una atención personalizada. La pluma es un instrumento muy personal, cada persona tiene un gusto por un determinado trazo y nosotros satisfacemos su rasgo de escritura. Respondemos de los artículos que vendemos.

P.- ¿Qué variedad de artículos ofrecen?
R.- Vendemos todo tipo de herramientas de escritura: desde bolígrafos, portaminas, roller-ball, hasta las plumas estilográficas que son nuestro producto por excelencia. Los precios oscilan entre los cuatro y  los 7.800 euros.

P.- ¿Es el precio un indicador de calidad en las estilográficas?
R.- No siempre, una pluma moderna no se debe comprar solamente por la marca o el precio. Lo importante es que case bien con tu mano, que te transmita una sensación de comodidad y satisfacción.

P.- ¿Cuáles son los compradores más frecuentes?
R.- Existen cuatro tipos de compradores: los niños, el adulto que sabe y quiere disfrutar de una pluma estilográfica, el coleccionista, y el comprador de objeto de regalo. En general, las compras suelen oscilar en un 50% como objeto de regalo y la otra mitad para uso personal. Muchos clientes fieles suelen venir a recambiar las tintas y otros vienen a recuperar sus antiguas plumas.

P.- ¿Qué diferencias existen entre escribir con una estilográfica o con un bolígrafo?
R.- Cuando escribes con un bolígrafo tienes que presionar sobre el papel. En cambio, con la pluma no hace falta, ella se desliza sola. Por eso, es fundamental su uso en el periodo de aprendizaje de los niños. Los niños deberían aprender a escribir con la pluma moderna.

P.- ¿Qué les aportaría a los niños comenzar a escribir con una estilográfica?
R.- Para que los niños aprendan correctamente es necesario que empiecen a escribir con una pluma estilográfica porque con ella no tendrán que presionar, serán más sensibles con las distancias y no se cansarán. Al ser un gesto relajado, lo harán hasta con placer, ganarán calidad y velocidad.

P.- ¿Qué les aporta a los mayores?
R.- La pluma estilográfica, además de ser una herramienta creada para la formación del individuo, también es muy útil para el trabajo personal satisfactorio. Con la estilográfica es posible escribir con elegancia, serenidad y buen espíritu. La sensación que te transmite la pluma no es comparable con el bolígrafo. Esa comodidad queda reflejada en la belleza y en el atractivo de sus escritos.

P.- Si tiene tantos encantos, ¿por qué está considerada, en muchas ocasiones, como una joya de adorno o del pasado y cada vez es menos utilizada?
R.- Yo creo que la sociedad tiene que avanzar y utilizar las herramientas más adecuadas en cada situación. La cuestión es elegir cada instrumento de escritura en el momento más idóneo y útil. La pluma tiene sus utilidades de formación y de satisfacción personal y el bolígrafo tiene otras ventajas prácticas. Pero no hay que perder parte de nuestra cultura. Confío en el buen sentido para que se vuelva a utilizar como herramienta de primer uso.

P.- ¿Cómo intenta fomentar este uso?
R.- Organizo concursos de escritura en los colegios. Llevo haciéndolo desde hace diez años y una media de diez concursos por año. En ellos obsequio a los niños con plumas modernas. De esta manera, pretendo que los más pequeños conozcan la escritura a través de la estilográfica y también los maestros, porque muchos de ellos la desconocen. Si a los niños se les demuestra cuáles son sus bondades, recuperaremos el arte de la caligrafía, mejorarán sensiblemente sus prestaciones al escribir y, probablemente, alguno de ellos sea cliente nuestro dentro de unos años.