Zaragoza.- El fútbol termina dejando a cada equipo en su lugar y la clasificación rara vez no indica los méritos o deméritos acumulados a lo largo del tiempo. Cuando una escuadra no termina de funcionar en casa y ganar fuera le cuesta un mundo, lo normal es que ocupe una posición baja. Es lo que le está ocurriendo a un Real Zaragoza que a pesar de haber reaccionado como visitante, ahora tiene en La Romareda un serio problema.
Llegó a ser un fortín el estadio municipal, situándose la escuadra maña entre las más potentes de la categoría como local. De hecho, sustentaba gran parte de sus puntos en lo que ocurría cada dos jornadas en tierras zaragozanas. Sensación de poderío que ha desaparecido por completo desde que arrancó el año 2017, en el que los hombres de Raúl Agné atraviesan una crisis que les ha llevado a no conocer todavía el triunfo con el calor de su afición.
Desde que se impusieran los blanquillos al Oviedo, todavía en 2016, el Real Zaragoza arrancaba el año cayendo por un solvente 0-2 ante el Girona. Tras una doble salida a Tenerife y Murcia, volvía el fútbol a La Romareda pero no las alegrías. El Lugo rescataba un punto en el descuento merced a un tanto de Fede Vico. Y, por último, el Levante se llevaba el triunfo con gol de Roger, a pesar de que los maños completaran su mejor partido de la temporada.
Un punto de nueve que ha situado al equipo como el 15º como local de la categoría, misma posición que ocupa como visitante. Y una dinámica que debe ser modificada de inmediato teniendo en cuenta que ahora afronta el Real Zaragoza dos choques consecutivos a orillas del Ebro.
Lo hará ante Nàstic y Numancia y todo lo que no sea sumar seis puntos complicará todavía más la vida de Agné y los suyos. El cuadro catalán sigue en puestos de descenso a pesar de haber cosechado tan sólo una derrota en los últimos siete encuentros, mientras que los sorianos se postulan como candidatos a los playoffs. Pero la cercanía con la zona roja y, a la par, la lejanía con la alta obliga al Real Zaragoza a ganar o ganar. El margen de error no existe.
