"Ser acompañante de mairalesa es todo un trabajo de organización"

Mercedes Beired, Cristina Betrán, Modesta García y Pilar Juncosa se han alzado este año con la Parrilla de Oro. Este reconocimiento se debe a muchos años de esfuerzo, dedicación y entrega. Además, en cierto modo, son las creadoras de esta figura de acompañante de mairalesa.

Huesca.- “Organización” es la palabra clave que, según explican las acompañantes de mairalesa, mejor define la tarea que desempeñan con las chicas. Un trabajo que desarrollan sin esperar nada a cambio y para el que dedican gran parte de su tiempo libre. Un sacrificio que no todo el mundo está dispuesto a hacer y por eso el Ayuntamiento ha decidido reconocer su trabajo, este año, con la Parrilla de Oro.

En 1983, las más veteranas, Mercedes Beired, del barrio Santo Domingo y San Martín y Cristina Betrán, de San Lorenzo, abrieron la puerta a esta figura de acompañantes de mairalesas. Un proceso, impulsado desde el seno de las asociaciones vecinales, al que se unió 21 años más tarde Modesta García del Casco Viejo. La última incorporación, hace once años, fue la de Pilar Juncosa del barrio Santiago que sustituyó a la acompañante de San José.

Pregunta.- Este San Lorenzo será un poco diferente al de otros años. ¿Cómo se sienten al recibir este reconocimiento tan oscense?
Mercedes Beired.- Lo cierto es que no lo esperábamos ninguna de las cuatro pero, a mí y creo que a todas, nos ha hecho mucha ilusión. Además, si vuelvo la vista atrás un poco, llevamos tantos años trabajando en esto que lo acepto bien. Este San Lorenzo será uno más de los 28 que ya he vivido porque no he faltado nunca y siempre lo disfruto mucho. Además en esta ocasión tengo un incentivo para participar porque podré lucir la Parrilla.

P.- Casi todo el protagonismo estos días se lo llevan las mairalesas pero supongo que detrás de esa bonita fachada hay mucho trabajo y esfuerzo.
Modesta García.- Sí, para que todo salga perfecto hay que realizar un buen trabajo de organización. Por ello, nosotras tenemos que estar siempre con ellas, acompañarlas a todos los sitios y ayudarlas en todo lo que podamos para que estén a gusto. Somos acompañantes de mairalesas hace muchos años y nos encanta. Además, esta idea surgió en el seno de las asociaciones de nuestros barrios y por eso creo que también lo hacemos con tanto cariño.

P.- Desde su punto de vista, ¿qué momentos de los siete días de fiestas son los más críticos o difíciles?
Cristina Betrán.- Ahora mismo me viene a la cabeza como momento crítico el día nueve en el chupinazo. Es un punto difícil porque los jóvenes se divierten tirando vino y manchan a cualquiera que pase a su lado. De hecho, fue esta situación la que provocó que las mairalesas bajaran por la parte de atrás del Ayuntamiento para evitar que les estropearan los vestidos. Por eso creo que es el más crítico de todos. El resto de días se llevan bastante bien y son tranquilos.

Modesta García asegura que es necesaria la organización para que todo salga bien

P.- ¿Y para las peñas, por qué no existe esta figura?
M.B.- Quizás no se tiene conocimiento de ello pero nosotras acompañamos a todas las mairalesas. Las representantes de las peñas disfrutan igual y asisten a los mismos actos que las de los barrios. El único momento en el que no vienen con nosotras es en los toros porque van con sus respectivas peñas. Al resto de actividades vamos todas juntas y somos acompañantes de todas aunque estamos más pendientes de las infantiles porque necesitan mayores cuidados.

En definitiva, somos una organización de cuatro personas que nos preocupamos de que las chicas estén a la hora en los actos y todo salga correcto. Como decía Modesta al inicio, nuestra misión es organizar.

P.- ¿Cuáles son para ustedes los momentos más especiales de las fiestas?
M.G.- Para la que es oscense como yo, sin duda, el chupinazo que indica el inicio de estas fiestas que tanto esperamos el resto del año. Es un día que vives de una manera muy especial. Además, este año al recibir la Parrilla de Oro que reconoce todo el trabajo realizado durante tantos años es más bonito. En general, para mí las fiestas de San Lorenzo son muy entrañables. Desde que mi abuelo fuera mayoral de danzantes, en 1932, lo vivo lo mejor que puedo.

P.- ¿Por qué decidieron empezar con esta tarea como acompañantes? ¿Qué es lo que les ha impulsado a seguir con ella todo este tiempo?
C.B.- En el año 1983, cuando entró el grupo socialista en el Ayuntamiento, se decidió suprimir la figura de estas reinas de las fiestas. Una decisión que llevó a las asociaciones de los barrios oscenses a realizar una recogida de firmas y una manifestación. De este modo, se pretendía solicitar al Consistorio que mantuvieran esta figura. Finalmente, se acordó que los barrios eligieran a sus mairalesas que representarían, primero, las fiestas de cada barrio y, luego, las de San Lorenzo. Así, pasaron de ser mairalesas oficiales del Ayuntamiento a representar a la juventud de los diferentes barrios de la ciudad.

No obstante, se mantuvo el compromiso de las mismas de asistir a los actos oficiales. Fue en este punto en el que apareció la labor de las acompañantes. Se realizó un sorteo entre los barrios que estaban dispuestos a desempeñar esta función y se eligió Santo Domingo y San Martín, Casco Viejo, San Lorenzo y San José. La acompañante de este último renunció hace once años y se incorporó Pilar del barrio de Santiago.

Mercedes Beired señala que no esperaba este reconocimiento pero le ha hecho mucha ilusión

P.- ¿Qué recuerdos guardan de todos estos años como acompañantes?
M.B.- Yo me acuerdo de casi todo desde que empecé, a pesar de que hayan pasado tantos años. Una vez que tienes experiencia, y nosotras ya la hemos adquirido, siempre es lo mismo. No me refiero sólo a esta fiesta de San Lorenzo sino a todas aquellas festividades y actos en los que las mairalesas participan durante todo el año.

Algunas veces he escuchado como algunas personas critican la función de las mairalesas pero, como digo, no hay que pensar sólo en San Lorenzo porque el resto del año también colaboran. Por ejemplo, sacan las cruces en Semana Santa, para San Vicente reparten las longanizas, en la romería que se hace a Loreto también reparten la torta. Es decir, el resto del año se puede disponer de ellas aunque alguna estudia fuera y no puede participar tanto. En general, estamos contentas porque su colaboración es muy buena.

P.- ¿Alguna anécdota que recuerden especialmente?
M.G.- Siempre suceden cosas curiosas que se graban en la memoria pero nada grave. Cada año para evitar sorpresas convocamos una reunión previa con las chicas para explicarles “grosso modo” cómo deben ir vestidas. Aún así, alguna vez nos hemos encontrado con vestidos que no nos gustaban o no considerábamos tan apropiados para el acto de ese momento. Recuerdo alguna niña que ha venido con vestido largo a los toros pero la costumbre es llevarlo corto. Además, en alguna ocasión, nos han criticado cuando se han dado este tipo de situaciones pero entendemos que no podemos hacer nada en esos casos.

Si bien es cierto que no todo son sinsabores. De hecho, este año, una de las mairalesas veteranas se puso a llorar en el acto de presentación y traspaso de bandas porque le daba pena dejar su puesto.

P.- ¿Alguna de ustedes ha estado en la piel de estas niñas o les hubiera gustado representar a sus barrios?
M.B.- No fui mairalesa porque ya éramos mayores pero la verdad es que no me hubiera importado nada. A pesar de que yo no pude, mi hija sí representó a su barrio cuando era pequeña. Incluso me confesó que le hubiera encantado repetir de mayor pero no tuvo suerte en el sorteo.
C.B.- Mi situación es similar a la de Merche porque tampoco pude ser aunque me hubiera gustado. Además, varias mujeres de mi familia como mi hija, mi hermana o mi sobrina también han disfrutado de esta sensación de ser reina de las fiestas.

Estas mujeres realizan el papel de acompañantes tanto para las de barrios como para las de peñas

P.- ¿Qué opinan sobre el futuro de las mairalesas?
C.B.- Es cierto que están empezando a fallar un poco pero nosotras siempre hacemos hincapié en que no es necesario gastar tanto dinero como piensan muchos padres. Se pueden comprar los trajes en rebajas o intercambiar entre ellas pero ahora con la crisis la gente no está por la labor de derrochar más dinero. Nosotras no obligamos a que lleven un traje concreto sólo aconsejamos que vayan arregladas o simplemente laurentinas, de blanco y verde. Lo cierto es que cada familia gasta según sus posibilidades económicas.

A este respecto también es importante resaltar que la elección de ser mairalesa a veces es más una cuestión de los padres que de las hijas. Hay madres que están locas porque sus niñas lo sean para que vivan las fiestas de San Lorenzo de otra manera. De hecho, transcurridas las fiestas ellas mismas se dan cuenta de lo divertido que es y de que también tienen tiempo para salir con sus amigas.