Zaragoza.- Contratiempo importante para el CAI Zaragoza. Si al final de la semana pasada se daba como casi segura la llegada de Guille Rubio a la entidad caísta, entre el lunes y martes se ha complicado todo. Principalmente porque el Cajasol se ha metido por medio en la operación y se ha confirmado como el destino del catalán tras el anuncio de su desvinculación definitiva de Unicaja.
La principal diferencia entre el CAI Zaragoza y Cajasol ha residido en el compromiso de la segunda entidad de hacerse cargo del sueldo del último año de contrato del jugador en Unicaja. Unas condiciones que han convencido tanto a los malagueños como al propio Guille Rubio, que también ha aceptado Sevilla como un destino apetecible, a pesar de que el acuerdo con los aragoneses estaba prácticamente cerrado.
De esta manera, Willy Villar deberá seguir buscando en el mercado un “4” de garantías que permita descansar a Pablo Aguilar durante varios minutos en el partido. Además de la pérdida de un hombre importante, todavía aumenta más el daño porque Rubio entraba dentro de lo denominado en los nuevos cupos como jugador de formación. Cuatro tiene que haber en una plantilla de once y de momento el CAI Zaragoza sólo cuenta con el propio Aguilar y con Carlos Cabezas.
Con la marcha de Darren Phillip y Adam Chubb, José Luis Abós necesitaba la incorporación de dos hombres para la pintura, después de que Hettsheimeir y Aguilar fueran fijos en sus planes. Uno de ellos es Robert Archibald, cuya entrada en la plantilla se confirmó hace semanas. El siguiente, para el puesto de “4”, iba a ser Guille Rubio. Con este contratiempo y con la confirmación oficial por parte de Cajasol, Villar deberá rebuscar en el mercado en busca de mirlos blancos.
