Zaragoza cuenta ya con un tanatorio más aconfesional

El edificio del viejo tanatorio del cementerio de Torrero ha vuelto a entrar en uso después de una completa reforma. A partir de ahora, el complejo funerario tendrá dos salas de ceremonias aconfesionales, dos dependencias de espera para la cremación y cuatro nuevos hornos con un sistema de filtrado y depurado de humos.

Zaragoza.- El viejo tanatorio de la capital aragonesa, construido en 1977, ha entrado este jueves en servicio totalmente remodelado tanto externa como internamente. Concretamente, el nuevo espacio está habilitado con salas aconfesionales y cuenta con unos hornos crematorios respetuosos con el medio ambiente.

Para ello, el Ayuntamiento de Zaragoza ha invertido 5,1 millones de euros financiados por el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local, que forman parte del Plan Director del Cementerio que prevé una inversión global de 10 millones de euros en este espacio.

El consejero municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, ha señalado, durante la inauguración de este equipamiento, que el campo santo de Torrero es para el Consistorio “una parte importante de la ciudad”. De ahí que el Plan diseñado se base en cuatro ejes: modernización administrativa; la realización de nuevas infraestructuras y rehabilitación de las existentes; actuaciones relacionadas con la aconfesionalidad, y la reivindicación de la parte de historia y cultura que tiene el cementerio

La reforma del tanatorio, diseñada por el arquitecto Fernando Bayo y el arquitecto técnico José María Castejón, comenzó en abril de 2010 y ha permitido intervenir en una superficie de 2.433 metros cuadrados. La actuación ha respetado la estructura exterior del tanatorio, aunque se ha aprovechado para suprimir las barreras arquitectónicas. El edificio se ha recubierto de placas de cobre que dan unidad a la apariencia exterior, unificando las partes originarias del inmueble (1977) y las posteriores (1993), y aportando además elementos que singularizan la obra y le transmiten una fisonomía más moderna. La acción del cobre, sumada a la introducción del metal, el hormigón y el vidrio pretenden aportar belleza y personalidad propia al tanatorio.

Ya en el interior se han creado unas salas carecen de cualquier iconografía que las identifique con un determinado rito, aunque poseen elementos para que cada familia las acomode a su fe o ideología. Constan además de una mesa de ceremonias desmontable y con espacio para la presencia de coros o de músicos. De la misma manera, se podrán ofrecer servicios de grabación de las ceremonias a quien lo desee.

Fachada del nuevo tanatorio 

Algo que ha sido destacado por Pérez Anadón, ya que, como ha recordado las anteriores instalaciones respondían a “un reglamento del año 38 y ahora el cementerio se ha adecuado con salas aconfesionales”. No obstante, ha reconocido que todo parte de un rito mayoritario en España que es el Catolicismo.

Además de las dos salas de ceremonias, el tanatorio cuenta con tres velatorios de gran amplitud. Son volúmenes de formas sencillas, que logran ambientes de sosiego. Con estos velatorios, la oferta total del complejo de Torrero alcanza los 19.

La reforma ha dispuesto también un atrio de entrada y otro de salida para que las personas que ha participado en un funeral no se mezclen con las que acuden a otra ceremonia. En ese momento, el ataúd volverá a descender en el montacargas para iniciar el recorrido hasta el lugar de inhumación, o bien hacia la zona de cremación.

Asimismo, para impulsar la modernización administrativa en el tanatorio se han instalado puntos informativos donde los ciudadanos pueden pedir información sobre dónde está cada uno de los enterramientos de sus familiares.

Crematorio sostenible

La nueva infraestructura cuenta, además, con cuatro hornos crematorios que no emiten gases perjudiciales. Pérez Anadón ha recordado que Zaragoza “fue el primer sitio donde empezaron a funcionar hornos crematorios” y que con la remodelación del tanatorio, se ha pasado de tres hornos antiguos a cuatro.

Ahora la capital del Ebro será junto con Barcelona “las dos únicas ciudades españolas” cuyos hornos produzcan “emisiones cero”.

Exposición ciudad de mármol

El fin de la reforma del antiguo tanatorio se ha hecho coincidir con la inauguración de la exposición “La Ciudad de mármol”; una colección de 60 fotografías del artista gallego Gregorio Halevi. Este trabajo muestra la riqueza artística de los recintos funerarios a través de distintos cementerios del mundo (Zaragoza, Barcelona, Madrid, Nueva York, Buenos Aires, París, Génova, Roma, Viena, Praga, etc).

En palabras de su autor “La ciudad de mármol es el cementerio de cementerios, porque aunque las ciudades son distintas, los cementerios son uno y son el mismo”. La exposición estará abierta al público hasta el domingo, 27 de marzo, y podrá visitarse todos los días, con el apoyo del Voluntariado de Zaragoza, entre las 11.30 y las 13.30 y de 17.30 a 19.30 horas.

Nuevas actuaciones

El consejero municipal de Urbanismo ha asegurado que las acciones continuarán en los próximos meses, en el nuevo jardín de la memoria, que será un jardín de cenizas donde la gente podrá esparcir las cenizas de sus seres queridos si no quiere tenerlas en columbarios.

También se ubicará otro jardín donde se sustituirán los columbarios por unas pequeñas plantas para que la gente que quiera los pueda tener ahí. Todo ello con un plan de repaisajización de todo lo que es la parte vieja del cementerio hasta completar cinco hectáreas completamente nuevas.