Zaragoza.- El futuro Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporánea Pablo Serrano se abrirá al público durante las primeras semanas de marzo. Así lo ha anunciado el viceconsejero de Educación, Cultura y Deporte, Juan José Vázquez, durante su visita a las obras de remodelación y ampliación de este fondo museístico.
Tras más de dos años de obras y una inversión total por parte del Departamento de 28,5 millones de euros, el Museo Pablo Serrano se convertirá en un referente del arte y de la cultura contemporánea en la Comunidad. Además, tal y como ha manifestado Vázquez sus objetivos son claros: “En primer lugar conocer mejor nuestro arte, impulsar la creatividad contemporánea y buscar la relación del pensamiento, entendiendo que Aragón es un lugar en el mundo, y fomentar esa permeabilidad”.
Las obras de reforma de este museo finalizaron oficialmente hace un mes cuando el edificio fue recibido por la Consejería de Educación. Tal y como ha explicado el viceconsejero, “en estos momentos se están desarrollando el trabajo museístico”.
El conjunto de trabajos ha sido desarrollado por el arquitecto José Manuel Pérez Latorre y según sus palabras “se ha pasado de los 2.000 metros cuadrados a los 9.000” del nuevo fondo museístico. Esta ampliación, que ha consistido en una estructura de 48 metros de altura que sale del antiguo edificio, supone, según Pérez Latorre “contar con tres Lonjas”, en referencia a la amplitud y espaciosidad de las salas.
El arquitecto ha manifestado que sobre todo “se ha intentado mantener la estructura de lo que era el origen: los talleres donde se formó la gente de Hogar Pignatelli. Estos elementos han quedado porque es importante que sepamos construir desde la tradición, no podemos negar la modernidad y negar la tradición”.
Acerca de los sobrecostes que ha sufrido la obra, el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente, ha manifestado que “no se puede hablar de desfases sino de ajustes”. Vicente ha añadido que “la obra ha estado muy controlada desde el primer momento y son ajustes que han permitido mejorar la instalación que inicialmente estaba prevista fundamentalmente con la construcción de sótano o la adecuación de lugares para trabajo”.
El nuevo Pablo Serrano cuenta con cuatro plantas, una terraza y un sótano donde se han situado los fondos de la pinacoteca, las salas de restauración, talleres, depósitos, zona administrativa, tienda y cafetería.
El exterior está forrado de planchas de fibra de carbono y está protegido por tela asfáltica, se juega visualmente con la chapa, el cristal, el hormigón y las placas de esmalte color turquesa. Además, el arquitecto ha conservado la fachada corrida de hormigón del paseo María Agustín, pero se modifica el acceso al público situándose ahora por la zona que hace esquina con la calle Fleming.
