La Guardia Civil desaloja cinco campamentos de recogida ilegal de setas y requisa 300 kilos

La Guardia Civil ha desalojado cinco campamentos de recogida ilegal de setas en Huesca. En ellos se encargaban de la recolección 200 personas, a las que se les ha requisado 300 kilos de boletus. En total, se han formulado 266 denuncias por varios delitos contra el medio ambiente.

Zaragoza.- El Seprona de la Guardia Civil ha desalojado cinco campamentos de recogida ilegal de setas en Huesca. En estos asentamientos vivían unas 200 personas, a las que se les ha intervenido 300 kilos de especies micológicas.

Estas detenciones se enmarcan en un dispositivo especial que ha organizado el Instituto Armado bajo la denominación “Operación Boletus”. Éste se lleva a cabo desde el pasado día 23 de septiembre y finalizará el 30 de noviembre con el objetivo de detectar irregularidades en la recolección, transporte y comercialización de setas de forma indiscriminada.

El teniente Notivoli, jefe del Seprona de la Guardia Civil, ha manifestado que esta operación viene realizándose desde hace dos años y que es fruto de la “demanda social”. Este mando de la Benemérita ha resaltado el “agradecimiento y satisfacción” de los lugareños, ya que las formas de recolección de las especies micológicas son "masivas".

Para el jefe del Servicio de Protección a la Naturaleza, el “principal problema” es el tipo de recolección que realizan, ya que, en vez de usar cestas y cortar las setas para evitar problemas en el medio ambiente, estas personas usan rastrillos que “destruyen” la capa vegetal.

Asimismo, los recolectores masivos se instalan en campamentos, por lo que, como ha destacado el teniente Notivoli, al realizar fuegos o instalar las tiendas de campaña se “arrasa el monte”. Es por ello, que a los denunciantes se les atribuyen diferentes delitos por vulnerar la Ley de Residuos, Montes, Turismo o Tributaria.

Junto a la labor de detección de estos asentamientos está la también la localización del intermediario que compra las setas y las transporta, sin extender ningún tipo de factura vulnerando así las leyes tributarias y lo dispuesto en las Leyes de Sanidad vegetal y calidad alimentaría.

En este sentido, el teniente Notivoli ha afirmado que grupos de recolectores sí que saben que especies cogen –especialmente, rebollones y trompetillas–, pero que no se fijan si están agusanadas o podridas, ya que “lo que les interesa es coger kilos”.

Los 300 kilos de setas han sido entregados a los Hermanos de la Cruz Blanca de Huesca.