Zaragoza.- Las víctimas de la represión franquista ya cuentan con su propio homenaje póstumo en el cementerio de Torrero. Se trata de un monumento conmemorativo, obra de Fernando Bayo y Miguel Ángel Arrudi, que conforma una gran espiral en la que se individualiza el recuerdo a cada uno de los 3.542 fallecidos. El objetivo es recuperar su memoria y dignidad.
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha destacado que la obra es un “silencio que habla en nombre de todos los olvidados que sufrieron bajo la violencia fomentada por el odio”. Durante el acto de homenaje, el primer edil ha manifestado estar “emocionado profundamente ante esta espiral de perdón y reconciliación construida con sus nombres”.
Para el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, este monumento conmemorativo emplaza a hacer realidad “la promesa de paz y libertad de la democracia". "Una democracia capaz de afrontar con serenidad situaciones derivadas de un pasado doloroso que con voluntad decidida vamos reparando”, ha añadido.
Por su parte, el historiador de Universidad de Zaragoza Julián Casanova ha explicado que la obra recuerda a una parte de las casi 9.000 víctimas que hubo en Aragón, “obreros, campesinos, mujeres que dieron un paso al frente contra lucha del patriarcado y hombres que creían que lucharon por un mundo mejor y acabaron muertos o en el exilio”.
Al acto han acudido otros invitados ilustres como los escultores de la obra, Fernando Bayo y Miguel Ángel Arrudi, y el cantautor catalán Joan Manuel Serrat, que cuenta con un familiar represaliado y homenajeado en Torrero.
Cientos de familias honran emocionados a sus allegados
Desde primera hora de este miércoles, centenares de familiares de víctimas han homenajeado a sus fallecidos y han depositado ramos de flores en el monumento conmemorativo.
El Ayuntamiento de Zaragoza, en cumplimiento de un acuerdo unánime del Pleno celebrado en septiembre de 2009, lo ha construido en Torrero, de forma que recuerda de manera individualizada a todas las víctimas de la represión que tuvo lugar en la capital aragonesa durante la Guerra Civil y la posguerra.
La realización de este Memorial se ha apoyado en los trabajos de investigación desarrollados en la Universidad de Zaragoza por el historiador Julián Casanova, que han permitido identificar a la mayoría de las 3.542 víctimas que fueron fusiladas en los campos de Valdespartera, junto al canal o en las propias tapias del cementerio, y sepultados luego amontonados en unas zanjas a modo de fosas comunes que se practicaron en el cementerio, perdiendo así su identidad y la posibilidad de que la mayor parte de las familias pudieran conocer el paradero de sus seres queridos.
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Centenares de familiares han asistido al acto conmemorativo |
La investigación realizada en torno a esta parte de la historia de España ha permitido dar forma al monumento conmemorativo que es obra del arquitecto Fernando Bayo y del escultor Miguel Ángel Arrudi.
Espiral con los nombres de las víctimas
El Memorial describe una espiral en una superficie de 3.500 metros cuadrados en la que aparecen 3.542 placas de metal de 90 centímetros de altura donde se ha troquelado el nombre de la víctima, la fecha de fusilamiento y la edad del fallecido. De ellas, hay 600 en las que sólo aparece la leyenda hombre o mujer.
El recorrido de la espiral está jalonado de plantas aromáticas componiendo un sencillo jardín. Al final del recorrido se alza un “cubo” de 4x4x4 metros del artista Arrudi en color rojo, que simboliza el sufrimiento de aquellos días y que lleva incorporada la frase de Luis Cernuda, “Recuérdalo tú, recuérdalo a otros”.
Además, el Memorial se integra en una de las tres rutas que diseña el Ayuntamiento de Zaragoza para dar a conocer la riqueza patrimonial que hay en el cementerio e integrarlo en la ciudad. La ruta “El Cementerio, un lugar de Memoria”, que está integrado por seis hitos, que recogen monumentos de cada bando y suponen un relato global de la historia de la ciudad.
