Apudepa denuncia el "descontrol" existente en Patrimonio a la hora de vigilar los monumentos aragoneses

Apudepa ha denunciado la situación de "descontrol" que existe en la Dirección General de Patrimonio en su cometido de vigilar el estado de los monumentos repartidos por la geografía aragonesa. La asociación ha criticado que no haya catálogos qué indiquen la conservación de cada Bien de Interés de Cultural.

Zaragoza.- “Descontrol”, así ha calificado la Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés la vigilancia que ejerce la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón sobre los monumentos de la Comunidad, tanto los declarados como Bien de Interés Cultural (BIC) como los que no.

Esto provoca que en estos momentos, según la presidenta de la asociación, Belén Boloqui, “no se sepa en qué estado están los edificios, cuántos están amenazados, con qué emergencia se debe actuar”. Una situación que hace que haya, según la responsable de Apudepa, “muchísimo patrimonio en peligro”.

Para Boloqui, el ejemplo de Burbáguena “es uno de lo tantos” que existen por toda la geografía aragonesa y ha elogiado “la iniciativa” y la “lucha” emprendida por sus vecinos para reclamar a las Administraciones públicas medidas que evitan que su iglesia parroquial ceda debido a su mal estado.

Además, el caso de esta localidad turolense es la punta de un gran iceberg de patrimonio que amenaza ruina, ya sea de carácter civil o eclesiástico. Boloqui ha explicado que la ermita de Encinacorba (Campo de Cariñena) se encuentra cerrada desde hace meses también, algo que también ocurre con la Cartuja de Monegros, una pedanía cercana a Sariñena.

Otros municipios en la provincia de Teruel en los que las grietas y la caída de cascotes han obligado a los vecinos a buscar otras localizaciones donde practicar los ritos religiosos como Híjar y Castelnou.