El CAI Aragón no puede con el Ciudad Real (36-25)

El CAI Balonmano Aragón no ha sido rival del Renovalia Ciudad Real, actual campeón de Liga, y ha perdido el encuentro por 36 a 25. Los de Talant Dujshebaev han decidido el encuentro en la primera mitad. Los naranjas, apoyados en un pitado Demetrio Lozano, sólo han podido plantar cara al comienzo del choque.

Zaragoza.- El CAI Balonmano Aragón visitaba Ciudad Real, sede del mejor equipo del mundo de este deporte. Tras un comienzo de Liga bueno y sensaciones muy positivas ante el FC Barcelona, los de Mariano Ortega buscaban la sorpresa en el Quixote Arena.

Entre la fiesta de penas máximas los aragoneses no se dejaban amilanar por los locales pese a la superioridad en los primero minutos de partido. La eficacia de los de blanco era absoluta y Pablo nada podía hacer ante los cañonazos de los manchegos. Hombrados tampoco estaba acertado bajo palos y el empate se deshacía gracias a los palos. Con media parte disputada la diferencia de cuatro goles ponía cuesta arriba el encuentro a los naranjas, fallones en las pérdidas.

Los ataques no se terminaban y la defensa de Renovalia hacía casi imposible el disparo exterior. Lanzarov y Alberto Entrerríos ascendían ante la zaga maña para seguir calentando a Pablo, que con el paso de los minutos iba entonándose.

Los más de 20 tiros castellanos contrataban con los nueve de los aragoneses. Pese a ello, el resultado marcaba 11-7. Las diferencias no se movían y la renta seguía marcada en tres tantos. Mortales en la recuperación, el Ciudad Real no perdonaba los fallos en ataque del CAI.

Grebenar mantenía al CAI en los últimos minutos antes del descanso, cuando más sufrían los visitantes la sangría de goles. Al intermedio, un claro 21-14 dejaba la segunda mitad vista para sentencia.

Segunda mitad

Las distancias aumentaban desde el primer minuto. La salida atropellada en ataque no beneficiaba a los zaragozanos, que sucumbían ante la superioridad de los manchegos. Los once goles de renta que aparecían ya en el luminoso, 31-20, hacían que el juego se revitalizase y los riesgos llegasen.

Demetrio Lozano se echaba el equipo a las espaldas poniendo nerviosa a una grada que le recuerda de su paso por el FC Barcelona y que le ha pitado durante toda la segunda mitad.

El partido se convertía en un correcalles de entrenamiento, algo que no gustaba ni a Ortega ni a Talant Dujshebaev. Los últimos minutos sobraban en la victoria final del Ciudad Real, 36-25.