Novallas revive la tradición de traer el ganado bravo andando por campos y caminos

Alrededor de 3.000 personas han participado en el encierro de Novallas, que ha transcurrido sin incidentes. Es toda una tradición, reconocida además como Fiesta de Interés Turístico en Aragón. Una docena de reses bravas ha recorrido los campos de la localidad hasta llegar al casco urbano.

Novallas.- Los campos de Novallas se han vuelto a llenar de multitud de personas, alrededor de 3.000, según la organización, con motivo del encierro. Cada 15 de septiembre se revive la tradición de traer el ganado bravo hasta la localidad, tal y como se hacía cuando no había otros medios de transporte.

Declarado Fiesta de Interés Turístico en Aragón en el 2000, cada año cobra mayor auge entre los aficionados a los festejos populares taurinos. El encierro de este año ha transcurrido sin incidentes, con mucha gente, numerosos jinetes y, por supuesto, reses bravas.

Concretamente, una docena de vacas y toros de la ganadería "Los Chatos" de Teruel han sido las protagonistas del encierro. "Vienen muchos jinetes de Comunidades limítrofes, todos se inscriben y están asegurados por si ocurriera cualquier accidente", ha informado Begoña Úcar, concejal delegada de Festejos.

La responsable municipal ha mostrado su satisfacción por la gran afluencia de público registrada este año, pese a celebrarse la fiesta en mitad de semana. "Por los barrancos y el campo ha habido mucha gente que ha querido seguir y ver de cerca a los animales", ha señalado la concejala.

A primera hora de la mañana ha comenzado el encierro y no ha sido hasta las 09.45 horas cuando las reses han llegado al casco urbano de Novallas, cruzando la carretera nacional que la Guardia Civil de Tráfico ha cortado los minutos necesarios. Los animales han recorrido los escasos kilómetros que separan ‘El Nofre’ del propio pueblo.

Encierro andando de Novallas

En algún momento el encierro, la organización ha tenido que desviar a los animales debido a la cantidad de personas concentradas a lo largo del recorrido.

En contra de la prohibición

Por el arraigo que tiene esta tradición entre los novalleros, nadie en el pueblo quiere oír hablar de prohibición, tal y como ocurre en otras Comunidades con festejos taurinos. Y es que en Novallas ya lo sufrieron durante algunos años. “Aquí no se maltrata a ningún animal, el ganado va por el campo, los años de prohibición los vivimos muy mal”, ha recordado Úcar.

La prohibición de este festejo se debió a los incidentes registrados durante años debido a que se escapaban las reses bravas. “A la gente le gusta que se escapen, pero desde las normas que nos marcan desde el Gobierno de Aragón y tal y como está el mundo del toro, es algo que no nos podemos permitir”, ha concluido Begoña Úcar.