"Un castillo, aunque esté en ruinas, es igual de turístico que uno restaurado"

Aragón cuenta con uno de los legados arquitectónicos defensivos más completos de España. Para defender su historia y luchar contra el olvido, nació hace tres años la Asociación de Amigos de Castillos de Aragón. Su vicepresidente, Luis Manuel Zueco, ha sabido valerse de Internet y las redes sociales para mostrar nuestro legado patrimonial.

Zaragoza.- Con 30 años recién cumplidos, Luis Manuel Zueco lleva los tres últimos al frente de la Vicepresidencia de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón, un colectivo que surge a raíz de uno anterior afincado en el Somontano del Moncayo y que durante años se dedicó a estudiar y a divulgar las estructuras militares existentes en esa zona de Aragón.

Zueco, licenciado en Ingeniería Técnica Industrial e Historia, es un apasionado de las construcciones militares que jalonan Aragón desde el puerto del Somport hasta lo más profundo del Maestrazgo y busca la difusión de este patrimonio que en muchos casos se está perdiendo.

Pregunta.- ¿Con qué objetivos nace la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón?
Respuesta.- El principal objetivo es proteger el patrimonio arquitectónico defensivo de Aragón y, por otro lado, darlo a conocer, difundirlo, primero en Aragón porque todo el mundo conoce Loarre pero casi nadie conoce Peracense o conocen Castellote o Mora de Rubielos.

En Aragón hay muchos castillos que están en mal estado y es necesario llamar un poco la atención, intentamos buscar su consolidación porque llevar a cabo la restauración de todos los recintos es muy complicado. Por ello, una de las funciones es conseguir la consolidación de los restos de todos los castillos que hay en la Comunidad.

P.- ¿Qué tipo de actividades se llevan a cabo desde el colectivo?
R.- Acudimos a seminarios, hace unas semanas estuve en un congreso en Madrid, organizado por el CSIC, que versaba sobre el patrimonio de las órdenes militares y estuve dando una explicación sobre los castillos de la orden del Temple en Aragón. También hemos estado en Portugal y dentro de Aragón siempre que nos llaman de un Ayuntamiento o una asociación acudimos para charlas y conferencias.

Y dentro de las nuevas tecnologías, tenemos una gran presencia en Internet, la página web: www.castillosdearagon.es la tenemos funcionando desde el primer día y tenemos prácticamente información de los 800 castillos que tenemos restos en Aragón, tenemos un blog de la Asociación, tenemos un grupo de Facebook que tiene casi 800 miembros, colgamos vídeos en Youtube y fomentamos las relaciones con otras asociaciones españolas con más presencia como “Hispania Nostra” o la Asociación de Castillos de España.

P.- ¿En qué situación se encuentran los castillos aragoneses?
R.- Realmente lo que hay son muchos castillos, hay 516 que están catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), que eso es muy importante, y luego hay muchos otros que no están catalogados pero que también son muy significativos. Hay que decir que nosotros consideramos un castillo todo elemento fortificado: torres; iglesias fortificadas; iglesias-fortaleza; casas fuertes, muy comunes en el Sobrarbe y la Ribagorza; masías fortificadas, que hay en el Maestrazgo; murallas; recintos defensivos porque el objetivo en todas era el mismo.

Respecto al estado, hay de todo, tenemos casos de edificios muy bien restaurados o en los que se está trabajando en ello, como es el caso del castillo de Calatayud, que es un recinto de unas dimensiones muy amplias; en Daroca se va a intervenir. Sin embargo, la gran mayoría no están en muy buen estado y lo importante es que no se valora que consolidar las ruinas es muy importante, a veces más incluso que restaurar un castillo de manera maravillosa.

La asociación busca la difusión y defensa del patrimonio aragonés

Las ruinas, si se restauran; si se arreglan los accesos, que a veces es el principal problema: llegar hasta el castillo; si se da información; si se señalizan, porque a veces no sabe uno cómo llegar hasta él aunque lo veas, resultan muy atractivas. Otra dificultad viene en algunos recintos situados en núcleos urbanos y que se encuentran en buen estado que no son visitables más que los fines de semana o ni eso. Y hay que saber potenciar eso porque un castillo, aunque esté en ruinas, es igual de turístico que uno restaurado.

P.- ¿Se hace suficiente por nuestras fortalezas o sufren en general cierto abandono?
R.- Sí que sufren un cierto abandono, se podría hacer mucho más aunque a veces se ven como un problema pero se debería ver como una oportunidad. Precisamente ahora que estamos en un momento de crisis y se está abandonando el turismo de sol y playa se está creando un modelo de turismo cultural y rural es ahí donde Aragón tiene un gran potencial con su patrimonio, en especial con los castillos.

Hay que ver los castillos como una oportunidad para enfocarlos desde un punto de vista turístico, por ejemplo, hacer rutas, cosa que aquí en Aragón no se ha hecho, mientras que Comunidades con menos patrimonio como La Rioja sí que cuentan con una.

Una comarca pequeña como el Aranda cuenta con fortificaciones como Jarque, Mesones de Isuela o el castillo del Papa Luna y se podrían organizar visitas, hacer folletos. Desde Zaragoza o Huesca se podría visitar Loarre, Montearagón, Alquézar o Monzón, cuatro castillos impresionantes y se podrían visitar en una sola jornada.

P.- ¿Qué papel está desarrollando la Administración para preservar estos monumentos?
R.- Creo que se está intentando restaurar bastante y consolidar dentro de lo posible pero lo que está faltando es un poquito de marketing, de saber vender.

Habría que hacer mucho más, lo que no puede ser es que haya gente de propio que venga a Aragón a ver un monumento y no encuentre información, hay que señalizarlo, hacer folletos, no concibo que se restaure un castillo para luego no darle uso, hay que darle uno porque la mejor manera que se mantengan y se protejan es darles utilidad.

P.- ¿Qué tipo de infraestructuras militares nos encontramos en la Comunidad?
R.- Va por zonas, en el Pirineo tenemos una tipología de castillo del siglo XI que son los castillos-torre, que tenemos muchos ejemplos como el de Abizanda que está completamente restaurado y constaban de una torre muy grande y un pequeño recinto fortificado.

Sin embargo, si seguimos avanzando encontramos una tipología muy aragonesa que son los castillos-abadía o los castillos-monasterio como es Loarre, donde, además de las funciones defensivas se dan funciones religiosas. Estas fortificaciones son más grandes y complejas y tenemos como ejemplos también Montearagón o Monzón, que es un castillo templario.

Imagen del castillo de Obano, en Luna

En Sobrarbe y Ribagorza encontramos casas-fuerte o en los valles del Jalón y del Huecha encontramos unas estructuras típicamente aragonesas, del siglo XIV, que no se encuentran en otros lugares como son las iglesias fortificadas o torres de recintos fortificados que han sido utilizados para construir los campanarios de localidades como Magallón o Alberite. Además, tenemos recintos amurallados como Albarracín o Daroca o la propia fortaleza de Calatayud que a día de hoy no sabemos la importancia o la extensión que tuvo.

P.- ¿Alguno de ellos corre un serio peligro de desaparición o ruina?
R.- Sí, hay muchos casos. Por ejemplo, en Luna, que es un caso especial porque tiene hasta cinco castillos en su término municipal, tiene una torre, la de Obano del siglo XI que hasta ahora se ha conservado bastante bien pero ahora corre riesgo de caerse. En Erla, está el castillo de Santías que poco a poco se ha ido cayendo y ahora sólo queda un muro: es un claro caso de abandono total; hace poco en Luesia ha habido desprendimientos, cayó una piedra de unas dimensiones considerables, que aplastó un coche, este es un caso en el que ya corren riesgo las propias personas; en el castillo de Monreal de Ariza también es necesario una intervención urgente. Son muchos los casos en los que se debe hacer algo debido al riesgo que tienen de venirse abajo.

P.- ¿Estos casos ratifican la desidia de las Administraciones públicas?
R.- Ciertamente hay mucho abandono, también hay que ponerse en la situación de que hay muchos castillos en Aragón y es complicado, y muchos están situados en pueblos muy pequeños donde sus ayuntamientos no pueden hacerse cargo de la restauración. Por eso es necesario que ahí intervengan las instituciones superiores y sobre todo tienen que hacerlo para consolidarlos y evitar así que caigan muros o piedras. Otra cosa ya es intervenir de manera más completa en restauraciones, pero la consolidación no suele ser tan cara, a veces no se aprecia, pero lo que hay que conseguir es que no se pierda y que haya desprendimientos; no puede ser que esos edificios hayan sobrevivido ocho o nueve siglos y que ahora, con los medios que tenemos dejemos que se pierdan.

P.- Ante estas situaciones, ¿qué papel juega la asociación en esos momentos?
R.- Nosotros sobre todo llamamos la atención cuando vemos casos tan importantes como éstos. Además, como tenemos relación con otras asociaciones como “Hispania Nostra” que tiene una lista roja de edificios por toda España e intentamos que se incluyan en esta lista de monumentos de Aragón para que ellos, que tienen más fuerza, presionen. Por otra parte, una vez que se consigue esa presión nosotros ofrecemos nuestro apoyo técnico y científico para que esas consolidaciones o restauraciones sean lo más eficientes posibles.

El castillo de Monreal de Ariza

P.- ¿De quién debería tomar ejemplo Aragón respecto a sus políticos de protección?
R.- Es complicado porque fuera de España no nos podemos ir porque los castillos españoles son bastante diferentes de los castillos del resto de Europa. Y dentro del Estado, tenemos la característica que quizá seamos la Comunidad con mayor densidad de castillos debido a nuestros avatares históricos. Y ejemplos de conservación en otras provincias es difícil de encontrar porque hace unos años se publicó que tres castillos, creo que en Burgos, que estaban catalogados, han desaparecido en los últimos 20 años llegando a extremos superiores a los de Aragón. Por ello debemos adaptarnos a nuestra situación, mucha densidad de fortificaciones y la mayoría de ellas en ruinas, e intentar consolidarlos y a partir de ahí empezar a desarrollar programas de atracción turística.

P.- ¿Qué futuro les espera a las fortalezas y castillos aragoneses a medio y largo plazo?
R.- Yo creo que a mejor porque la gente está más concienciada con el patrimonio en todos sus aspectos y sabe que tiene que cuidarlo. Creo que las expectativas son buenas porque el turismo cultural está en auge y va a ir a más porque no es algo a nivel nacional sino que es internacional.

Es cierto que este turismo requiere mucho más esfuerzo pero luego es más agradecido porque la gente pernocta más y tiene un nivel adquisitivo más alto y yo le veo un futuro muy bueno si sabemos enfocarlo hacia una utilidad y a la cultura en Aragón hay que buscarle una utilidad para atraer a público.