"Detrás de una mujer con cargo de responsabilidad hay un hombre extraordinario"

Las mujeres escalan posiciones en la sociedad y también en el mundo de la empresa. De lograr una mayor visibilidad y de que se normalice una situación que parece todavía no ser "habitual" se encarga la Asociación de Mujeres Profesionales y Directivas de Aragón. Ana Solana es su presidenta y trabaja a favor de la igualdad de oportunidades.

Zaragoza.- Trabaja muchas horas al día, muchos días a la semana, durante muchas semanas. Es directiva, mujer, tiene familia y una vida que va más allá de su trabajo. Todo compatible gracias a la flexibilidad y a una labor constante, durante mucho tiempo, fruto del esfuerzo y la dedicación diaria. Ana Solana es directora de Compensación de Directivos para Europa y Asia Pacífico en Exide Technologies. Las tareas de su puesto se centran en la elaboración de presupuestos de compensación, políticas de revisión salarial, benchmarking de mercado, retribución variable-incentivos, evaluación y clasificación de puestos de trabajo y estructuras salariales.

Su principal proyecto en los últimos tres años ha sido el diseño y dirección de la implantación de la estrategia de la compañía en materia de Tecnología de Recursos Humanos en todo el mundo. Actualmente, se encuentra dirigiendo la implantación de Meta4 en 25 países.

Y su mayor reivindicación como presidenta de la Asociación de Mujeres Profesionales y Directivas de Aragón (AMPDA) pasa por otorgar mayor visibilidad a las mujeres y trabajar por la igualdad de oportunidades. Que ante un proceso de selección se elija a la persona más válida, independientemente del sexo. Pero que si el candidato más óptimo es una mujer, se apueste por ella. Y defiende: "No tenemos un punto paranoico contra los hombres. Los maridos de las socias son gente extraordinaria y si no fuera por ellos no hubiéramos llegado a donde hemos llegado".

Pregunta.- ¿Qué hace AMPDA para eliminar los obstáculos que frenan la carrera profesional de las mujeres?
Respuesta.- Trabajamos por la igualdad de oportunidades. Una de las primeras cosas que hemos hecho es la identificación de barreras que nos impiden llegar a cargos de dirección en las empresas. Para ello, hemos publicado un estudio que pone de relieve cuáles son las barreras de acceso a cargos de responsabilidad para mujeres. La igualdad hoy en día no es real y está estudiado que cuando existen dos personas, hombre y mujer, con la misma cualificación, se prefiere contratar a un hombre y, si se elige a una mujer, tiene que tener una preparación mayor y una trayectoria más consolidada para que se apueste por ella.

P.- En ese estudio, la maternidad era uno de los puntos que frenaba la trayectoria profesional. ¿Por qué sucede?
R.- La discriminación hoy en día es más por ser madre que por ser mujer. Hay una percepción por parte del empresario y del jefe de que cada vez que alguien se embaraza es el fin del mundo. Son cuatro meses, que si un hombre se rompe una pierna jugando al fútbol también puede estar fuera cuatro meses. Sin embargo, en el caso de las mujeres, se les hace sentir normalmente una cierta culpabilidad, y conlleva que, en ocasiones, el empresario o jefe de departamento, a la hora de seleccionar, dé una oportunidad antes a un hombre que a una mujer.

P.- Pero el hecho de querer ser madre no debería implicar una renuncia a una carrera profesional…
R.- Sobre los 30 años suele ser cuando la carrera despega. En ocasiones, las empresas asumen directamente que quieres tener hijos y con eso acabas tu carrera profesional. Es esa asunción lo que realmente nos discrimina. El hecho de que tengas hijos no significa que no quieras seguir teniendo carrera y seguir enriqueciéndote por otros medios. Al final, lo importante es ser tú misma, y tú misma eres como eres, si eres una mujer que tienes una carrera, te gusta tener una familia… Pero ser directiva no es obligatorio, promocionar no es obligatorio, es una decisión personal, lo que no puede ocurrir es que exista la barrera preconcebida. Ni todos los hombres quieren ser jefes ni todas las mujeres jefas, pero a los que quieren ser se les tiene que dar la oportunidad si tienen la valía.

AMPDA presentó un estudio sobre los obstáculos de las mujeres en sus carreras profesionales

P.- Y la sociedad ¿también tiene que cambiar el chip?
R.- La sociedad todavía tiene unos estereotipos muy masculinos. Excepto en el mundo de la política, en el que cada vez han entrado más mujeres, no se ven mujeres en el ámbito financiero, económico, empresarial, y las que hay se conocen, siempre se saca a las mismas, incluso se les da un toque rosa. Y ese toque rosa que se le da a una mujer en un cargo de poder va en su contra. Habría que evitarlo. La sociedad no da visibilidad a las mujeres en puestos de poder y dirección y eso hace que la situación no se normalice. Éste es otro de nuestros objetivos.

P.- ¿Qué más acciones realiza AMPDA para dar esa visibilidad a las mujeres?
R.- Desarrollamos acciones de mejora de las competencias de liderazgo y gestión de la propia trayectoria profesional. Las mujeres tenemos tendencia, como género, a esperar a que nos reconozcan las cosas y muchas veces no tomamos la iniciativa de gestionarnos la carrera. El hombre tiene menos pudor a la hora de solicitar una promoción, un incremento, de vender su trabajo, que no está mal, en este entorno son cosas que hay que hacer. Otra cosa interesante es el desarrollo de redes de networking. Establecemos contacto con otras mujeres directivas y compartimos experiencias de tipo profesional y de otro tipo.

P.- ¿Cuál es el perfil de las socias?
R.- El perfil de socias es muy alto, es gente muy dinámica, con un espíritu de aprendizaje enorme, que ha conseguido lo que tiene a costa de trabajar. Son personas muy interesantes, que comparten experiencias y crean redes de contactos ya que, fuera de este tipo de foros como el que proponemos, las redes están muy masculinizadas. Si entras en un foro de contactos en el que haya hombres la forma de relacionarse y el contenido de las actividades es mucho más masculino. Para las mujeres no suele ser un foro habitual el palco del Bernabeu o un campo de golf. Nosotras hacemos comidas, cenas, actividades culturales, visitas guiadas a museos, exposiciones… Son foros distintos, más afines al perfil femenino en el que nuestras socias se encuentran a gusto y un lugar de contacto donde encontrar personas y establecer relaciones.

Enriquecerse por complementariedad

P.- Recientemente, la directiva Lourdes Molinero apostaba por la complementariedad entre hombres y mujeres.
R.- Lo que tenemos que ser es buenos profesionales. Defendemos que en cada puesto esté el que más valga, y el que más vale puede ser un hombre o una mujer. Cuando te sientas en tu despacho, tomas las decisiones dependiendo de tu personalidad, no de si eres un hombre o una mujer. Sí que somos complementarios, biológicamente y culturalmente somos diferentes pero cada uno aporta una cosa, es más enriquecedor. Si a la hora de presentar a un puesto a tres mujeres y un hombre es mejor el hombre, que le den el puesto al hombre. De hecho es lo que pedimos, que le den el puesto al que sea mejor, pero que si la mujer es mejor, que se lo den a ella.

P.- ¿También hay casos de rivalidad entre las propias mujeres?
R.- Sobre eso hay mucho mito. Hay una parte de realidad, pero porque nos han educado de una forma menos abierta culturalmente y esa propia falta de apertura es la que nos hace, a veces, no darnos cuenta de que otra mujer vale mucho y de que hay que apoyarla en su trayectoria. Hay mujeres que son muy generosas, que dedican su tiempo a ayudar a otras, que cuando una joven entra en la empresa se le ayuda a que se adapte… Las personas que estamos en puestos de dirección, como sabemos lo que ha costado llegar, intentamos estar ahí, vigilantes, que no se produzcan esas discriminaciones. Por eso es muy importante que cada vez seamos más, porque cuantas más seamos arriba, seremos más capaces de facilitar y normalizar abajo.

P.- ¿Cómo ve el futuro?
R.- Queda mucho por hacer, se ha avanzado mucho y el riesgo que hay una tendencia de las chicas más jóvenes a quedarse en casa, cuando se casan o tienen hijos como hacían antes las mujeres del pasado. Es peligroso porque sería ir hacia atrás en todo lo que se ha conseguido.

P.- Pero, en ocasiones, no es fácil tener una vida privada y una vida laboral…
R.- No, no nos engañemos, no es fácil. Y da igual en lo que trabajes, da igual que tengas hijos o no, en el momento en el que una persona trabaja una jornada normal ya empiezan las dificultades para ir al gimnasio, quedar con amigas… Parece que lo enfocamos todo desde el punto de vista familiar y una persona es más que su trabajo y su familia, es una serie de cosas a su alrededor que es lo que la enriquece como persona y que tiene derecho a tener.

P.- También habrá quien diga: hasta aquí.
R.- Eso es porque la sociedad a veces es muy exigente. En la cultura social existen unos estereotipos de que si trabajas y tienes hijos es malo llevarlo a la guardería, eres egoísta si quieres seguir trabajando… Nuestro estudio reveló que las que más sentimiento de culpabilidad mostraban eran la madre de la directiva y la suegra, porque ellas tienen un concepto vital diferente, no han trabajado, se han quedado en casa y lo que hace su hija no les parece normal. Pero nadie pone presión al marido, que es igual de padre que ella madre.

P.- Entonces, ¿es posible la conciliación laboral y familiar?
R.- Nosotras, como asociación, defendemos el que sea compatible la vida personal con la profesional. Apostamos por la flexibilidad, la conciliación no sé qué significa realmente, no sabemos qué queremos decir con este término que tanto se ha extendido. Si conciliación es entrar a trabajar a las 9.00 y salir a las 17.00 horas, las mujeres y los hombres que ocupan puestos directivos no pueden hacerlo. Alguna vez se podrá, pero es imposible que no tengas viajes, una cena de trabajo alguna vez, una crisis que debas atender y te obligue a quedarte hasta la hora que sea, que te llamen a casa… Es imposible. Lo que creo es que tiene que haber flexibilidad y facilidades para la flexibilidad, no trabajar menos sino de una forma más flexible, que trabajes por resultados y puedas hacerlo en cualquier sitio. A nadie le importa si trabajo en la mesa de mi despacho o en la del estudio de mi casa si hago lo mismo.

La asociación organiza foros de encuentro para compartir experiencias y recientemente las socias cenaron con Eduardo Punset

P.- Y en todo esto, ¿qué papel juega la pareja de una mujer directiva?
R.- En este mundo que vivimos hoy, ha habido un cambio muy rápido de las mujeres. Hemos salido a la calle a trabajar, nos hemos integrado en la sociedad, somos una más, nos movemos igual que un hombre, con un trabajo, una carrera… Nosotras, muy rápidamente hemos cambiado lo que era ser mujer. Los hombres no han hecho ese cambio a la vez. Detrás de las mujeres que hemos llegado a cargos de responsabilidad, que yo sepa y sin ninguna excepción, hay un hombre extraordinario. Que apoya, que no frena, que te lanza, que te anima, que te considera una igual y que te respeta. Y creo que es muy importante ponerlos en valor.

P.- Alguien puede pensar que estas asociaciones de mujeres son “radicales” y ya veo que no es así...
R.- Parece que si eres presidenta de una asociación vas a tener un punto paranoico contra los hombres, pero en nuestro caso es al contrario. Los maridos de las socias son gente extraordinaria y si no fuera por ellos no hubiéramos llegado a donde hemos llegado. Es importante resaltar su papel en nuestras carreras profesionales. Sí es que es verdad que la sociedad no entiende que un hombre tenga una mujer con más cargo, más carrera, que gane más dinero… Pero es así, no pasa nada, y tiene que normalizarse. 

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