Huesca.- Ángel Garcés es el director del Festival Internacional de Cine de Huesca, que este año cumple su 38 edición. Pese a los más de 30 años que lleva trabajando en su organización, cada vez que llega esta cita sus nervios se ponen a flor de piel. Además, en esta ocasión, la actriz Ángela Molina y su apreciado Montxo Armendáriz recibirán sendos homenajes. En el recuerdo, su compañero Alberto Sánchez, cineasta y fotógrafo que falleció hace unos meses y del que guarda un recuerdo inolvidable.
Pregunta.- ¿Cómo valora la programación de esta edición?
Respuesta.- En líneas generales, este año nuestro festival, con las evoluciones que ha experimentado y su crecimiento, ha sufrido algunas variaciones pero manteniendo sus líneas generales. Hemos anulado el concurso de documental europeo y lo hemos doblado en documental iberoamericano e internacional, pero de cortometraje de hasta 40 minutos. Esto es una evolución. Entendemos que nuestra relación con América es muy fuerte y, por eso, la potenciamos.
P.- Respecto a los espacios, ¿cómo se organizan?
R.- Ahora los concursos se celebran en el Palacio de Congresos, en el Teatro Olimpia todos los largometrajes y en la Diputación Provincial de Huesca (DPH) todas las ofertas de cortometrajes y todas las actividades paralelas que conocemos.
P.- La actriz Ángela Molina recibe el premio “Luis Buñuel”, ¿qué han tenido en cuenta para este reconocimiento?
R.- Es una actriz que vive los personajes que hace y que siente su trabajo. Además, es la única persona que trabajó con Buñuel y que la lanzó al estrellato internacional. Allí comenzó a trabajar en Italia, Alemania, Estados Unidos y Méjico.
P.- El director Montxo Armendáriz recibe el premio “Ciudad de Huesca”, ¿cómo definiría su labor?
R.- Es un cine muy propio y es esencial poder dedicarle este premio. Nos gusta mucho el cine de Armendáriz porque se trata de una obra muy intimista, muy personal y en la que se da siempre mucha importancia a los personajes. Además, es un estilo de cine con el que nos sentimos muy identificados.
P.- Por otra parte, Armendáriz es un director muy vinculado al Festival Internacional de Cine de Huesca, ¿será especial dedicarle un premio?
R.- Es un asiduo. Nos han acompañado muchas veces, tanto él como su mujer, que ha sido jurado. Les tenemos mucho cariño porque siempre ha quedado muy bien. Lleva muchos años y, curiosamente, hasta ahora no habíamos pensado en entregarle este premio que tanto merece.
P.- ¿Cuántos cortos se han presentado para optar a los diferentes premios que concede el Festival Internacional de Cine de Huesca?
R.- Se han visionado un total de 1.372 cortos de 56 países y llegan a concurso 122 de 39 países. De esos, 9 eran naciones que concursaban por primera vez, como Georgia o Camerún.
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Ángel Garcés comenta que llegan a concurso 122 cortos de 39 países |
P.- ¿Siente nervios cada vez que se pone en marcha este evento?
R.- Sobre todo antes de empezar. Lógicamente, siempre está la duda de qué dirán o si las películas llegan a tiempo. Pero en el momento en que empieza todo se hace más llevadero y me siento más tranquilo, aunque he de reconocer que en los días previos tengo problemas para dormir.
P.- ¿Cuánta gente colabora con ustedes para que todo funcione correctamente?
R.- Hay unos que han empezado hace unos días, otros una semana y otros un mes, como es el caso de la organización de invitados y protocolo. Los chóferes comenzaron a trabajar justo cuando arrancó la programación. En total son más de 40 personas trabajando para el festival.
P.- Cuando concluye el festival, ¿se ponen manos a la obra enseguida para planificar la siguiente edición?
R.- Sobre todo, lo que hacemos es aprovechar las circunstancias que te pasan por delante. Hay ideas y también hay personas que están “tocadas” para el siguiente, a veces, incluso sin empezar el que viene. Es normal, luego pasarán dos meses en los que es posible que no haya tanta actividad, pero es durante todo el año.
P.- Como amante del cine, ¿qué opina de la evolución que ha experimentado el séptimo arte desde que usted forma parte del festival?
R.- El cine evoluciona con la sociedad. Hace años nadie pensaba en el terrorismo, la violencia de gente o la soledad; sin embargo, ahora es el pan nuestro de cada día, la soledad del inmigrante, de los jóvenes, la gente mayor. Muy poca comedia, muy poco sentido del humor. Es algo que está globalizado. En la movida madrileña los cortos eran un chiste, ahora se ha olvidado. El cine evoluciona con el mundo, por eso, el festival trata de buscar nuevos valores, nuevas ideas que merecen la pena dar a conocer.
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Garcés indica que hay más de 40 personas trabajando en el festival |
P.- ¿Qué opinión le merece la revolución tecnológica como es el 3-D?
R.- Precisamente hacemos una mesa redonda sobre este tema, el 3-D y la alta definición. Ahora los críticos no saben si analizar los ordenadores o las películas. Nos plantemos si quienes manejan esos ordenadores tienen cultura cinematográfica. Aparecerá la televisión 3-D y verás que te vas a cargar una gran cantidad de cine realizado de ese modo, que en otras circunstancias no funcionaría. El cine perderá en calidad.
P.- ¿Cuánto ha afectado la crisis a la industria del cine y a este tipo de eventos?
R.- Ha afectado a todos y físicamente a nosotros. Hemos hecho recortes y hemos eliminado un día de programación, de 10 a 9 jornadas. Asimismo, hemos reducido jurado, invitados y homenajeados que vienen de otras tierras por la crisis que estamos viviendo. Esto pienso que afectará, y mucho, al ámbito de la cultura, que es lo primero que se recorta. De hecho, ya ha habido algunos servicios que han sufrido un 50% de recortes y el año que viene va a ser mucho más duro para el cine, la cultura y los festivales.
P.- Hace unos meses perdieron a un compañero Alberto Sánchez al que van a rendir un homenaje, ¿en qué consiste dicho tributo?
R.- Era un gran fotógrafo que hizo una gran labor con su hermano Julio y por ello se va a organizar una exposición. Además, Alberto era una figura porque hizo buen cine independiente y se extralimitaba en una serie de obras muy curiosas y que merece la pena conocer.
