El sol ilumina la procesión de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz

La lluvia de este miércoles por la noche ha dado tregua al Jueves Santo. Y el sol ha acompañado a la procesión de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz. Cientos de zaragozanos han seguido con fervor y devoción el desfile procesional del Paso Insignia y el Paso de Misterio.

Zaragoza.- La decepción de este Miércoles Santo se hizo patente cuando la lluvia, corta pero intensa, impidió la celebración del acto de salutación de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz a la del Ecce-Homo. Sin embargo, el sol ha iluminado a la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz, que ha abierto con su procesión este Jueves Santo, y al ánimo de los cofrades. Así lo ha señalado el Hermano Mayor de la Cofradía, Vicente Gracia, quien ha apuntado que “tras los preparativos de todo el año siempre frustra un poco” que el mal tiempo empañe la Semana Santa.

Desde muy temprano cientos de zaragozanos no han querido perderse este acto procesional. Con rigurosa puntualidad, los bombos han empezado a sonar para acompañar al Paso Insignia. La Cruz, según ha apuntado Gracia, es portada por 18 cofrades al estilo de Zamora. “Se carga a dos hombros con el hábito y el tercerol, como se hacía antiguamente en Zaragoza, y esto es una peculiaridad de Castilla y León”, ha explicado.

Además por segundo año consecutivo, el estandarte de la Cofradía de la Exaltación ha lucido durante esta jornada un lazo blanco en defensa de la vida.

El Paso de Misterio ha sido el siguiente en procesionar rememorando el momento en que Jesús es izado con la cruz. Una imagen que particularmente conmociona a Virginia Bermúdez, andaluza que desde hace ocho años acompaña a este paso como manola, como si fuese el primer día.

El fervor y la devoción se están sintiendo durante este Jueves Santo por todas las calles de la capital aragonesa. Catorce cofradías reviven con sus procesiones todos los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

La procesión del Santo Entierro, en la jornada de este Viernes Santo, será sin duda uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa zaragozana. Ahora sólo queda que los cofrades miren al cielo y que el tiempo obedezca. 


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