El decano de Económicas de la Universidad de Zaragoza apunta que en 2010 no se saldrá de la crisis

El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Zaragoza ha afirmado que 2010 no será el año de salida de la crisis actual, siendo necesario reorientar la economía hacia actividades más productivas, con programas de inversión pública, intensificando la I+D+i y flexibilizando el mercado laboral.

Zaragoza.- El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Zaragoza, José Alberto Molina, ha manifestado que en 2010 no será el año de salida de la crisis actual.

Así lo ha manifestado este miércoles en la lección magistral "El mercado de trabajo: un indicador de la situación económica real" en el acto de apertura del Curso 2009-2010 del Colegio Mayor Miraflores, presidido por el vicerrector de Estudiantes y Empleo, Fernando Zulaica.

El profesor Molina ha apuntado que "la crisis ha precipitado el final del ciclo expansivo" donde la dependencia de capital financiero internacional ha hecho que la crisis de liquidez tenga en España una “especial gravedad, dado que amenaza con interrumpir el gasto de numerosas empresas y familias muy endeudadas y necesitadas de financiación”.

Esta necesidad de financiación internacional se suma, según José Alberto Molina, a otras carencias del sector exterior: una alta dependencia energética que hace a España vulnerable a los precios del petróleo, y una especialización en actividades con escasa intensidad innovadora que obliga a importar nuevos productos y limita las ventas de aquellos que son poco innovadores sometidos a la competencia de países con bajos salarios.

Sobre el mercado de trabajo en Aragón ha apuntado que "con una tasa de paro del 12,02%, frente al 17,93% nacional, el mercado de trabajo aragonés debe seguir esforzándose en cumplir el “objetivo cantidad” (reducir la tasa de desempleo), pero además debe plantearse el “objetivo calidad” en cuatro aspectos concretos: productividad, estabilidad, seguridad y conciliación.

Sus recomendaciones para poder salir de la crisis económica fueron en primer lugar lograr una "coordinación internacional para, primero, definir una nueva regulación financiera internacional que incremente la transparencia y la supervisión y, segundo, estimule la demanda con inversión pública", en segundo lugar "reorientar la economía hacia actividades más productivas, con programas de inversión pública, intensificando la I+D+i y flexibilizando el mercado laboral", concluyendo que "la naturaleza estructural de la crisis y de estas recomendaciones me permite augurar que 2010 no será el año de salida de la crisis actual. "