Barcelona.- El Real Zaragoza visitaba el Camp Nou con la intención de urgar en la herida de un Barcelona herido tras el tropezón en Liga de Campeones. Pero no ha sido así. Los blanquillos han vuelto a ejercer el papel de equipo aspirina levantando la moral de su rival y dejando la propia por los suelos. Con las bajas de Ayala y Alves como principales ausentes de la cita, los equipos han presentado las siguientes alineaciones.
En el Real Zaragoza han jugado de titulares Carrizo, Paredes, Pablo Amo, Pavón, Pulido, Jorge López, Ánder Herrera, Pennant, Abel Aguilar, Arizmendi y como capitán, Gabi.
En el bando azulgrana han salido desde el comienzo Valdés, Piqué, Puyol, Maxwell, Chygrynskiy, Xavi, Iniesta, Busquets, Keita, Messi e Ibrahimovic.
Primer tiempo
A las órdenes del colegiado Luis Paradas comenzaba el último encuentro de la octava jornada de Liga. El Barça comenzó con el dominio del balón pero sin apenas entrar en terreno zaragocista. Un Real Zaragoza muy ordenado jugaba con Ánder de mediapunta y Arizmendi arriba. La primera ocasión la tenían los catalanes con una doble ocasión y con Messi y Carrizo como protagonistas. Messi volvía a avisar después de una triangulación perfecta entre Keita, Ibra y Xavi. El Zaragoza empezaba a sufrir.
Los de Marcelino han regalado la posesión en los primeros minutos y sólo han podido correr detrás del balón. Carrizo intervenía bien pero demasiado, el ataque no aparecía, el centro del campo no tocaba el balón y la defensa se veía superada por bandas y debido al rápido juego al primer toque de los chicos de Guardiola. El 10 argentino y el 9 sueco hacían las delicias barcelonistas y convertían al meta Carrizo en el jugador más decisivo del partido hasta el momento. El Zaragoza aparecía en jugadas puntuales; Arizmendi ha disparado a puerta por primera vez a los 15 minutos de partido. Los de arriba, o mejor dicho, el de arriba, volvía a estar muy solo como para poder hacer algo.
No le duraba la pelota a los maños, que jugaban en su medio campo sin cambiar la dinámica de juego hasta el momento. El gol era cuestión de tiempo y llegó. Keita remataba de cabeza en el minuto 24 un centro de Messi, que sin apenas presión de Jorge López, la pudo poner donde quiso. Cuatro minutos más tarde era Ibrahimovic el que de falta directa hacía el segundo. El balón entraba centrado sin que el portero argentino pudiese hacer nada por parar semejante misil. No había apenas esperanzas de que el partido fuese a tener más historia.
Parecía que ni aún haciendo las cosas bien los zaragocistas podían levantar el partido. El Barcelona no hacía sino demostrar que sigue siendo el mejor equipo del mundo. Volvían y querían más. A cinco minutos del final de la primera parte Keita volvía a marcar. Xavi ejercía de hombre de banda para dejar al africano solo.
Segundo tiempo
Con el mismo equipo los blanquillos (hoy de amarillo) salían al campo dominando la posesión y con el ánimo de no encajar más goles y evitar el ridículo, pero las ocasiones de peligro seguían siendo locales. Con 10 minutos cumplidos de la segunda mitad Keita volvía a ser protagonista centrando un balón que Ibrahimovic introducía de nuevo en la portería zaragozana. El Camp Nou hacía la ola y quería más. Arizmendi daba de vez en cuando algún soplo de peligro que él mismo se ocupaba de disipart a la hora de apuntar entre los tres palos.
Lafita ha salido al terreno de juego junto a Ewerthon (salía del terreno de juego un Arizmendi agotado) pasándose a jugar con dos delanteros. En el Barcelona Piqué e Ibra dejaban su sitio a Bojan y Márquez. El cambio de sistemas no se notó demasiado. El Barça seguía creando peligro pero con el pie en el freno, sabedor de que la gasolina que le quedaba no decía de gastarla en este partido. Por su parte el entrenador zaragocista daba su oportunidad a Songoo en en lugar de Ánder.
El Real Zaragoza ha salvado su honor en el 32. Lafita le ganaba un balón a la defensa catalana y dejaba para que Ewerthon fallase. Posteriormente Jorge L´poez desde la frotal hacía terminar el rechace en gol. Sin tiempo para respirar, un minuto más tarde, se apuntaba a la fiesta el que faltaba, Messi, que de baselina se reconciliaba con la red. Poco más tarde Keita se confirmaba como el mejor del partido. De cabeza hacía el sexto en el 40.
