Uno de los tres Laboratorios de Análisis e Investigación de Bienes Culturales que hay en España está en Zaragoza

El nuevo Laboratorio de Análisis e Investigación de Bienes Culturales situado en la plataforma Plaza es uno de los tres centros de estas características que hay en España. Hasta el momento, la Dirección General de Patrimonio ha invertido 1.300.000 euros en estas instalaciones, que este miércoles han sido visitadas por la consejera de cultura.

Zaragoza.- La consejera de Educación, Cultura y Deporte, María Victoria Broto, ha visitado este miércoles el nuevo Laboratorio de Análisis e Investigación de Bienes Culturales situado en la plataforma Plaza donde las nuevas técnicas de conservación son fundamentales para la recuperación del patrimonio. Es uno de los tres laboratorios de estas características que hay en España: uno lo tiene el Ministerio de Cultura, otro la Junta de Andalucía y otro el Gobierno de Aragón.

La Dirección General de Patrimonio ha invertido, hasta el momento, 1.300.000 euros en este nuevo laboratorio: 600.000 euros en la adquisición de maquinaria, instrumental y equipamientos, y 700.000 en el acondicionamiento interior de la nave.

Las instalaciones se dividen en dos partes: un laboratorio de analítica biológica y otro de analítica química. El primero de ellos tiene una superficie de 56 metros cuadrados y cuenta con cuatro lupas binoculares, un microscopio con cinco objetivos y dotado de fuente de iluminación ultravioleta y captador de imagen digital, un autoclave, una pulidora para la preparación de muestras de madera, así como una colección de maderas autóctonas y de diversas especies animales y vegetales, entre otras cosas. “Es muy importante para la recuperación del Patrimonio tener herramientas tan precisas como las que hay en este laboratorio. Desde aquí se ayuda a las distintas instituciones que trabajan en la restauración para que se haga desde el punto técnico y científico adecuadamente”, ha señalado la consejera.

Este laboratorio de analítica biológica ha caracterizado, por ejemplo, más de 2.000 restos óseos del yacimiento de Bílbilis, que han permitido definir la fauna doméstica y salvaje que habitaba en la zona. Asimismo, ha colaborado con el Museo de Creencias y Religiosidad Popular del Pirineo Central, en Abizanda, con la Diputación Provincial de Zaragoza o con la Universidad de Zaragoza.

Por su parte, el laboratorio de analítica química ocupa 270 metros cuadrados divididos en diversas salas con finalidades específicas: sala de microscopía electrónica, sala instrumental de no gases, otra de gases, un laboratorio general para la preparación de muestras, un cuarto de compresores, otro de gases y un almacén.

Dispone, entre otras cosas, de un microscopio electrónico de barrido con microsonda de rayos X, microscopio óptico y microscopio petrográfico, un cromatógrafo líquido, un espectómetro ultravioleta visible, un equipo de absorción atómica, etc.

Este laboratorio ha averiguado, por ejemplo, las composiciones de los pigmentos de la pinturas murales de Bilbilis, los morteros de sus estructuras arquitectónicas, los metales y las cerámicas facilitados por la Escuela Taller de Restauración de Aragón.

El centro ha realizado un proyecto para la caracterización química de los pigmentos usados en el arte rupestre en Aragón, en colaboración con la Universidad, la caracterización química de monedas romanas o la determinación de los isótopos de plomo en la cerámica islámica de Albarracín.

Broto ha señalado que “esto es una muestra del interés del Gobierno de Aragón por el Patrimonio, pero además hay que hacer ver que este Patrimonio se ha de conservar y hay que trabajar en el desde muchos puntos de vista y aportando la innovación y el contenido científico para que se haga correctamente”.

Recientemente, se ha firmado un convenio de colaboración con la Diputación de Zaragoza para la realización de la analítica de piezas artísticas en proceso de restauración en los talleres de la institución provincial. Igualmente se ha colaborado con la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Huesca y la Escuela Taller de Restauración Paleontológica.