Un tejado para el señor don Gato

Leonardo Da Vinci ya pensaba que “hasta el más pequeño de los gatos es una obra maestra”. Su idea podría ser la fuente de inspiración de “4 gatos y tú”, una asociación que protege a los felinos callejeros de Zaragoza. Su meta es conseguirles "un tejado de acogida", pues más allá de las creencias, “la vida de un gato no es en la calle".

Zaragoza.- Los gatos siempre han despertado sentimientos enfrentados. A diferencia de los perros, los felinos se perciben como una especie independiente, altiva, en ocasiones arisca, y suficientemente fuerte como para no tener más hogar que el de la calle. Sin embargo, quienes se confiesan amantes gatunos niegan tales creencias y aseguran que los felinos necesitan, al menos, el mismo afecto que reciben sus contrincantes caninos.

En Zaragoza, desde hace ya dos años, la asociación “4 gatos y tú” se dedica a ayudar y proteger a los gatos callejeros, a encontrarles un “tejado” de acogida y a promover su adopción. Una veintena de voluntarios recorren la capital aragonesa en busca de mininos abandonados, sin ningún tipo de ayuda institucional pero con una premisa clara: “la vida de un gato no es la calle”.

“Los perros suelen tener más refugios, pero en el caso de los gatos, hay una creencia errónea de que tienen que vivir en la calle, porque se cree que allí están bien, y la verdad es que no es así”, afirma rotunda la presidenta de la asociación, Pilar Guzman. “El 60% de los gatos callejeros tienen alguna enfermedad, porque están en muy malas condiciones sanitarias e higiénicas y porque son bastante débiles. En invierno, por ejemplo, mueren muchos gatos, y luego hay muchos maltratos, atropellos… La vida de un gato no es la calle”, añade.

Para remediarlo, el colectivo ya ha puesto en marcha cinco colonias distribuidas por toda la ciudad. Aquí, van reuniendo los felinos que van atendiendo y cuya adopción ven complicada. Son asentamientos gatunos a la intemperie, pero donde los animales son alimentados, aseados, vigilados y controlados semanalmente. “Contamos con un convenio con la Facultad de Veterinaria, que nos permite esterilizar a las hembras. Luego las llevamos a la colonia sin temor a que se reproduzcan en la calle”, explica la presidenta de la asociación.

No obstante, su principal objetivo es fomentar la adopción de estos mininos, una meta que, por desgracia, suele conseguirse únicamente con los cachorros, que también son los que tienen prioridad a la hora de ser recogidos. “Más o menos seguimos un orden de prioridades y cogemos primero los que están en peores sitios o los que son más fáciles de dar en adopción”, apunta Guzman.

El colectivo lleva dos años buscando hogar a gatitos como éste

Desde que se pusieron en marcha, ya han dado un nuevo hogar a 200 gatos y han ayudado a muchísimos más. Pese a ello, los recursos con los que cuentan son escasos. “Estamos desbordados”, recalca la presidenta. “En estos momentos tenemos más de una treintena de gatos en adopción, además de todos los que tenemos en las colonias y los que aún no hemos podido ir a recoger a los sitios donde nos han llamado”, continúa.

Tan sólo setenta socios ayudan económicamente a la asociación con una mínima cuota mensual de cinco euros, una colaboración que en ocasiones se ve reforzada por alguna colaboración desinteresada. “La función pública la cumplimos, pero no nos apoyan institucionalmente para nada, funcionamos sólo con los socios y a través de donaciones que hace la gente puntualmente”, lamenta la presidenta.

A juicio de Guzman, el Ayuntamiento de Zaragoza tiene mucho que decir en todo esto, ya que aunque no les ofrece apoyo económico, sí les remite los avisos de la ciudadanía. “Nos hemos reunido un par de veces con ellos, y de momento no consideran que sea un servicio público, pero cuando llama la gente sí les remiten a nosotros”, reprocha la presidenta.

En los próximos meses, todavía les espera más trabajo, y es que es precisamente ahora cuando suelen nacer más mininos.“Primavera y principios de verano es la época de más trabajo. Las gatas tienen el celo más fuerte entre enero y febrero, la gestación son sesenta días y entonces esta época es cuando llegan más camadas nuevas”, apuntan desde el colectivo.

También es ahora cuando se abandonan más felinos. Sólo el año pasado se abandonaron cerca de 24.000 gatos en toda España, unas cifras alarmantes que superan con creces las registradas en el resto de la Unión Europea. Además, de sobra son conocidos los actos vandálicos que sufren los mininos en la calle, utilizados como presas fáciles para la diversión irracional.

“Lo más impactante para mí son los gatos que tiran al contenedor de la basura. Tiran camadas enteras, sobre todo en primavera. Los tiran en una bolsa de plástico como si fueran un desperdicio más, y los tiran vivos”, lamenta Pilar. “Y cuando los encontramos, pues están en muy malas condiciones, y algunos sobreviven y otros no”, añaden.

El 60% de los gatos callejeros sufren alguna enfermedad

Es el caso de los hermanos de Pinseque, tres gatitos que fueron encontrados en esta localidad zaragozana en un contenedor de basura a las pocas horas de nacer. Tal y como se cuenta en la página web de la asociación 4gatosytu.org, los tres murieron al poco de ser recogidos, ya que pese a los cuidados de los voluntarios, los mininos pasaron demasiado frío entre los escombros y estaban muy débiles al estar lejos de su madre. “En "4 gatos y tú" creemos que una buena forma de darle fin a este tipo de casos es concienciar a la población sobre la importancia de la esterilización en gatitos domésticos, sobre todo si éstos entran y salen de casa, que es a largo plazo una solución frente al frecuente abandono o muertes de animales”, subrayan desde la asociación.

Para facilitar esta labor de concienciación, el colectivo ya ha puesto en marcha charlas en centros culturales, como El Tranvía, y espera llegar a los centros escolares. La meta es romper con la vieja creencia de que los gatos no se pueden domesticar. “Se debe dar información sobre cómo cuidar a los gatos. Es verdad que son más independientes - dice Guzmán-, pero los gatos caseros son muy cariñosos, muy sociables y es falso el tópico de que siempre son ariscos”.

Leonardo Da Vinci ya pensaba que “hasta el más pequeño de los gatos es una obra maestra”. Siguiendo con la idea del artista, y más allá de si se es o no un amante de los animales, los mininos deberían disponer de su tejado y contar, como mínimo, con el respeto del ser humano.