Zaragoza.- Aunque los edificios más emblemáticos de la capital aragonesa, como el Palacio de la Aljafería, la plaza del Pilar, el Ayuntamiento, el Paraninfo o el edificio central de Ibercaja se quedaron este sábado a oscuras para secundar la Hora del Planeta convocada por WWF, este simbólico gesto no resultó muy útil. Al empezar el apagón contra el cambio climático empezaba la demanda energética subió en Aragón un 3,7%, según los datos de Endesa.
Si la cita con la oscuridad empezaba a las 20.30 horas, a las 20.25 la demanda en la Comunidad aragonesa era de 1.060 megavatios, y diez minutos más tarde, de 1.100. Y es que el seguimiento de esta iniciativa fue muy dispar. Mientras la administración y ciertas instituciones trataban de mostrar su compromiso dejando sus sedes en penumbra, los bares trabajaban a destajo sin apagar si quiera el televisor.
Es el balance de la participación aragonesa en una iniciativa para sensibilizar a la población sobre la amenaza del cambio climático y demostrar que es posible la acción, tanto de forma global como individual. La campaña ha recordado que pequeños cambios en la vida diaria, como reemplazar las bombillas por luces fluorescentes o reducir el consumo energético, también son cruciales.
