Uno de los fallecidos en el Moncayo podría haber tropezado y arrollado al otro en el descenso de la cumbre

Todo apunta a que uno de los fallecidos en el Moncayo podría haber tropezado y arrollado al otro en el descenso de la cumbre. Es una de las hipótesis más firmes, ya que estaban equipados. El miércoles se oficiarán los funerales por Sara Rosalía de Jesús Gómez y Pablo Domínguez Prieto, decano de la facultad de teología de San Dámaso.

Tarazona.- Uno de los montañeros fallecidos en Moncayo podría haber tropezado y arrollado al otro en el descenso de la cumbre. Es una de las hipótesis más firmes que se barajan y a la que ha tenido acceso ARAGÓN PRESS, que descarta así la posibilidad de que se produjera una avalancha de nieve.

Según fuentes de toda solvencia, Rosalía de Jesús Gómez y Pablo Domínguez Prieto iban equipados con crampones y piolets, pero no encordados el uno al otro. En el descenso, por el circo de San Gaudioso –un camino menos habitual-, uno de ellos pudo tener un tropezón motivado por el cruce de crampones a la polaina y arrollar al otro.

De hecho, los cuerpos sin vida han aparecido a diferentes alturas y en un paraje vertical, muy escarpado y completamente helado. Así, el hombre ha sido hallado en la cota 1.900 metros de altitud y la mujer a 150 metros más arriba. La delegación del Gobierno en Aragón ha confirmado que los cadáveres han sido localizados a las 12:20 horas de este lunes por efectivos del Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) con base en Tarazona y un helicóptero del 112.

Ésta es también una de las hipótesis que ha señalado el montañero y experto en Moncayo José Luis San Vicente, miembro del Centro Excursionista de Tarazona. Otra es que, pese a ir bien equipados, al descender “se les haya hecho un zueco de hielo en el crampón y hayan patinado o que ese crampón se haya soltado y el uno al otro se hayan arrastrado”.

Los funerales, el miércoles

Los funerales por ambas víctimas se oficiarán este miércoles. De la primera, sólo ha trascendido que era vecina de Alcobendas (Madrid) y pertenecía a la Federación Madrileña de Montañismo, según han confirmado desde la propia organización. Al parecer, era una persona con amplia experiencia en montaña.

Mientras, el segundo, era sacerdote y decano de la facultad de teología de la Universidad de San Dámaso de Madrid, a la que está adscrito el Seminario Mayor de Tarazona. Precisamente en este lugar pasó sus últimas horas, donde compartió una comida con el obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández.

Según ha comentado el prelado, el fallecido estaba en el cercano monasterio de Tulebras (Navarra) de ejercicios espirituales y el domingo, ante la buena climatología, decidió ascender a la cumbre del Moncayo.