Huesca.- El Gobierno de Aragón debe aclarar su posición ante el proyecto de la autopista electrica Peñalba- Monzón-Isona. Esta petición la ha lanzado CHA ante las contradicciones presentadas por el Departamento de Industria, Comercio y Turismo y el Ministerio de Medio Ambiente respecto a este tema. A su vez, piden el rechazo unánime de todos los grupos políticos ante dicho plan presentado por Red Eléctrica de España, al tratarse de una reedición o fusión de dos proyectos anteriores, el “Aragón-Cazaril” y “Graus Sallente”, anulados por sentencias del Tribunal Supremo.
La firme respuesta en contra de algunos partidos políticos y de sectores vecinales de la treintena de poblaciones afectadas por esta línea de alta tensión, se encuentran enfrentadas con las decisiones tomadas por varios departamentos del Gobierno de Aragón. Ante las consultas realizadas desde CHA a entes como el Ministerio de Medio Ambiente y Departamento de Industria no hay “una posición clara sino que se trata de una serie de contradicciones” según Bizén Fuster, diputado del grupo parlamentario de Chunta Aragonesista.
El área de medioambiente ha redactado una respuesta “no concluyente” ante la implantación de la red eléctrica de 400 kilovoltios. Se encuentran a la espera de aquellos informes que puedan precisar el impacto tanto ambiental como personal y social de la red. Por otro lado, apelan a las “decisiones históricas” tomadas por el gobierno en otros proyectos energéticos para dar su “negativa”. Al tratarse de una recorrido semejante a los anteriormente presentados han estimado por igual el impacto ambiental y las consecuencias negativas de dicho trazado.
El Departamento de Industria, por el contrario, ha informado que entre los proyectos contemplados en la Planificación Nacional se incluye una línea que unirá las subestaciones de Peñalba, Monzón y Salas de Pallars que permitirá elevar el techo de nueva generación eléctrica no gestionable en el norte de Huesca, lo que posibilitaría la conexión segura de nueva generación en la zona.
Un centenar de estudios avalan las peticiones que lleva a cabo CHA y que explican de manera pormenorizada las afecciones e incidencias del proyecto sobre la población humana y sobre la sostenibilidad social del proyecto en las comarcas afectadas, según la evaluación de impacto ambiental. Ante las diferentes opiniones en la esfera política, Fuster insta a los grupos del Gobierno a dar una “respuesta firme” el próximo jueves, al tratarse de “una decisión muy importante para Aragón”.
Apuesta sostenible
Desde CHA se pretende respaldar, con carácter general, los proyectos o alternativas de conexiones que sean sostenibles social y medioambientalmente, que no hipotequen el futuro sino que resulten beneficiosos para los territorios por los que discurren. Una apuesta por el aumento del consumo de la energía producida con fuentes renovables y eficientes, que den respuesta a las necesidades energéticas de las zonas afectadas.
