Diego muere por amor el día de San Valentín

El rumor más anunciado en la villa en los últimos días era real. Diego de Marcilla ha vuelto de la guerra con fortuna para pretender a Isabel y cumplir su plazo, pero ésta ya es la señora de Azagra. Desolado, va a confirmar la verdad. Diego le pide un último beso e Isabel se lo niega. Acto seguido cae muerto.

Teruel.- A pesar de que la boda entre Isabel de Segura y Pedro de Azagra, señor de Albarracín, se produjo porque Diego se daba por muerto, en Teruel seguían hablando de que Diego de Marcilla continuaba vivo, tras escucharse a algunos guerreros llegados desde Levante.

Y así ha sido puesto que. Diego ha llegado este sábado por la tarde a Teruel para cumplir su promesa. A caballo, con séquito de almogávares y caballeros irrumpe en la villa. Ha estado cinco años batallando, como pactó con los Segura, para hacer fortuna y ser digno de Isabel.

Pero nada más llegar a la villa, sus amigos le dan la peor de las noticias, Isabel es ya esposa del señor de Albarracín. Los ceremoniales se celebraron este viernes y Marcilla llega tarde por un día.

Enloquecido, corre a casa de sus padres, que no salen de su asombro, al comprobar que está vivo. Entonces, comprenden la tragedia. Diego está en Teruel e Isabel casada con otro hombre. Sienten felicidad al comprobar que está con vida, pero auguran la desgracia de verlo privado de su amada para siempre.

En ese momento Diego toma una determinación: ver a Isabel una vez más, la última. Ni su familia, ni sus amigos lo pueden impedir, aunque lo intentan con ahínco. Marcilla se planta debajo del balcón y logra que Isabel salga, tras un breve diálogo, entra en la casa.. Y allí, en una intensa conversación amorosa, Diego le pide un último beso, una prueba de amor. Isabel se lo niega, alegando que es mujer casada, a pesar de que insinúa su amor por Diego.

Desolado, Diego baja a la calle y, siente que las fuerzas le faltan se ve desfallecer, su hermano hace por él, pero se desploma sin remedio. “Los Segura lo han matado”, dice Alonso. “Heridas tiene el amor que vuestros ojos no ven” es la última frase que el compañero del joven pronuncia ante la perplejidad de los testigos, Los Mercedarios lo recogen y lo llevan a enterrar. La primera parte de la tragedia se ha consumado.

Otras actividades

El toro nupcial ha sido otra de las actividades que ha contado con más asistencia en la jornada. Caballeros y los más atrevidos de la villa turolense han salido a retar a un gran astado que ha recorrido las principales calles del Centro Histórico de la capital, de forma similar a lo que se hace con estos ensogados del siglo XXI en la Vaquilla del Ángel.

Unos 140 recreacionistas llegados desde el sur de Francia, se han vestido de época y han representado durante toda la jornada escenas inspiradas en la Edad Media. Una batalla con 300 figurantes ha entusiasmado a los más pequeños, que han visto con expectación cómo se desarrollaba la contienda.

Durante todo el sábado, las haimas han acogido multitud de actividades también de recreación. Panaderos, leñadores, carniceros, horneros, forasteros, carceleros, danzantes y juglares entre otros, han llenado de espíritu medieval las calles abarrotadas de Teruel. El mercado, con sus 150 puestos, dispares y algunos muy originales, también ha ocupado un lugar preponderante y no ha dejado de recibir visitas y compradores, que, han viajado en el tiempo, para olvidarse de la crisis.