ILD llena de entusiasmo las calles de Ontiñena en plena crisis económica

Los propietarios de los terrenos donde se ubicará Gran Scala han recibido este martes un cheque con un importe económico del 4 % del valor sus tierras. Algunos han recibido apenas 66 euros, otros han superado los 4.000 euros. Pero todos ellos, estaban unidos para hacer realidad un sueño: revitalizar su pueblo.

Ontiñena.- Mister Marshall ha llegado a Ontiñena y lo ha hecho para quedarse. Pero ahora no lleva el nombre de este plan americano pensado para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial que tan buenos resultados dio en el cine. Se llama ILD, Internacional Leisure Development, y ha elegido Ontiñena para construir uno de los complejos de ocio y juego más importantes de Europa y, seguramente, del mundo, en una época caracterizada por una de las crisis económicas y financieras más profundas de la historia.

Este martes pasará a ser un día señalado en el calendario para los 600 vecinos de Ontiñena. Será el día en el que comenzó a materializarse Gran Scala. La ilusión se puede llegar a palpar en las calles de este municipio del Bajo Cinca. Incluso, desde Navidad, los propietarios de un bar habían sustituido las típicas luces navideñas por las palabras “Gran Scala”. Todavía están.

Los propietarios de los terrenos han recibido un cheque con un importe económico del 4 % del valor sus tierras. Este dinero no tiene marcha atrás. “Se quedará para siempre en Ontiñena”, explica su alcalde, Ángel Torres.

Roque Campo Martínez es uno de estos propietarios y mostraba con orgullo un cheque por importe de 4.301 euros, correspondiente a ese 4 % del valor de sus tierras. En ocho meses, ILD tendrá que dar otro 4 % y así una vez más, hasta llegar al 12 % del valor de esas tierras. Si no lo hiciera o no abonara al término de los dos años, el importe total de las tierras, ILD perdería el dinero adelantado y el derecho de compra sobre esas tierras.

Para Roque no es una satisfacción vender, pero según matiza “estamos equivocados si pensamos que la industria en España es la salida para vivir. Somos un país de seviviso y como país de servicios, nos tenemos que amoldar a lo que podamos hacer y también a lo que venga de fuera”.

Juan Jesús Zapater es otro propietario y califica de “fabuloso” el contrato que acaba de firmar ya que sería “muy bueno para todo Aragón, sobre todo ahora que estamos muy mal”.

“Estas cosas no sabes cómo van a acabar”, señala Juan José Berniz, vecino de Ballobar y propietario de unas 14 hectáreas en Ontiñena. A pesar de su escepticismo, es consciente de que este complejo de ocio y juego es la solución ante el fin de la PAC en el año 2013, la falta de relevo generacional y lo mal que está todo. La venta de las tierras, por lo menos le “sacará de preocupaciones”.

Para otro propietario, Luis Torres, la venta de sus tierras es “aportar un grano de arena al desarrollo de Ontiñena para ver si se puede cambiar un poco y para el futuro, ya que sería una cosa muy buena para la gente que venga detrás”.