La lluvia no vence la popular Feria de la Candelera de Barbastro

Los barbastrenses, comarcanos y vecinos de otras poblaciones han desfilado durante la mañana de este lunes por las principales calles de Barbastro para asistir a la 497 edición de la Feria de la Candelera, una de las más antiguas y populares de Aragón. La lluvia no ha podido con el fervor de este mercado que ha contado con 245 puestos.

Barbastro.- El agua, amenazante desde la jornada del domingo, ha sido protagonista en el día de la Candelaria, festividad que se celebra en Barbastro con la popular Feria de la Candelera, que este año alcanza su 497 edición, y que se ha desarrollado por las calles Avenida del Ejército Español, Plaza Aragón, El Coso, General Ricardos, Plaza del Mercado y Diputación, Corona de Aragón y Avenida Pirineos.

Sin embargo, la lluvia caída a media mañana no ha apagado las candelas que el Grupo Tradiciones ha repartido junto a las caretas, símbolo de la proximidad de las jornadas donde la luz vence a la noche y de la venida del Carnaval. En total, se han repartido 7.000 velas bendecidas previamente en la misa en la Catedral en honor a la Candelera o Candelaria y 3.500 caretas.

Los barbastrenses, comarcanos y vecinos de otras poblaciones cercanas al Somontano demuestran el cariño que tienen por una de las ferias más antiguas y populares de cuantas se celebran en Aragón. Aunque eso sí, paraguas en mano y muchos chubasqueros, que ponían el color a la feria. José Miguel Bafaluy, agricultor de Artasona, lleva “treinta años bajando a la Candelera” a comprar árboles para sus huertos. “He comprado dos melocotoneros, cada 2 de febrero vengo a Barbastro y me llevo árboles y plantas”, señala. Y es que los árboles y frutales son una reminiscencia del carácter agrícola que tuvo esta feria desde sus orígenes, cuando la segunda esposa de Fernando El Católico, Germana de Foix, otorgó un privilegio a la ciudad del Vero para celebrar esta feria.

El comercio local también aprovecha esta feria para sacar sus puestos a la calle y apurar las últimas rebajas y ese producto en stock a precios baratos. Por su parte, el colectivo comercial Barbastro Comercio Activo ha instalado su clásico stand en la Plaza de la Diputación donde promocionar los productos locales como el aceite, con tostadas e invitaba a todos los asistentes a caretas y a un caldo para entrar en calor.

La lluvia no ha podido con el fervor de este mercado que ha contado con 245 puestos

La crisis económica también se ha dejado sentir en parte en esta feria. Por un lado, el certamen ha aumentado el número de expositores, 245, una treintena más que en la anterior edición llegados de diversas partes de Aragón y España. Pero por otro lado, la crisis se nota en la reducción de precios. “A dos euros, a dos euros, señora”, grita un vendedor ambulante llegado de Lérida que vendía zapatillas de estar por casa. “No tengo el nueve señora, que a estos precios vuelan”, señalaba.

Luisa, vendedora de licores de Montmesa, que lleva siete años acudiendo a la feria de la Candelera asegura que la crisis se estaba notando en este certamen: "La gente sale pero comprar ya es otra cosa. Primero miran todos los puestos, comparan y luego compran”.

Otro que también ve consecuencias en las ventas por la crisis era el gitano barbastrense Valen, un clásico en esta feria “a la que vengo desde toda la vida. Antes cuando vendían cerdos y de todo ya estaba yo aquí con mi puesto de textil, cuando no había ropa”. Para Valen “hay mucha crisis, la gente compra menos y eso que damos el género barato, pero hay gente que no llega, aunque se va vendiendo para comer. A mí ya me conocen y tengo clientela fija, yo siempre vendo aquí”.

Entre los productos con mayor aceptación se encuentran un año más: los animales de compañía (peces, pájaros, conejos chinos, …) que hacen las delicias de los más pequeños, la agroalimentación (con jamones, embutidos, bacalao, licores y quesos de todas las partes de la geografía nacional), el textil (con los puestos ambulantes del mercado del primer sábado), la maquinaria agrícola y los ya citados puestos de arbustos.

Los escolares también forman parte del panorama festivo mercantil de esta feria puesto que aprovechan la Candelera para montar sus puestos donde vender repostería, bollería, pinchos de tortilla, chocolate y café, pequeños bazares o se limitan a recorrer la feria con huchas para pedir donaciones.