El Servet implanta una técnica de atención a prematuros basada en las costumbres de países en desarrollo

El Servet es uno de los hospitales españoles que participa en el proyecto Hera, un programa de atención a los prematuros que busca completar su desarrollo a través del contacto continuo con la madre. La técnica se conoce como "método de la madre canguro" y tiene su origen en los países pobres, donde el cuerpo sustituye a la incubadora.

Zaragoza.- Recuperar el contacto madre-hijo tras el parto de los bebés prematuros es el objetivo de una nueva técnica que se está aplicando en algunos hospitales españoles y que también se ha implantado en el Miguel Servet de Zaragoza. Se conoce como “el método de la madre canguro” y consiste en completar el desarrollo de estos pequeños a través del contacto “piel con piel” entre madre e hijo en lugar de con las incubadoras. La técnica, que tiene su origen en las costumbres de los países en desarrollo, está teniendo muy buenos resultados.

Así lo ha destacado el doctor Jesús Martín-Calama durante la presentación del último informe de Unicef sobre el Estado Mundial de la Infancia 2009. El pediatra ha destacado la importancia de hacer este tipo de estudios, que también sirven para aprender de las técnicas desarrolladas en los países con menos recursos.

Es el caso de este método, que se basa en los medios ideados por las madres de los países pobres para atender a sus bebés después del parto. “Como consecuencia de buscar remedios para cuidar a los niños prematuros en Colombia, donde no tenían dinero para las incubadoras, se buscaron métodos alternativos y se creó el método canguro”, ha indicado. Aquí -continúa- “el niño está enfajado al cuerpo de la madre todo el tiempo, como si de un canguro se tratara, y ésta actúa como una incubadora humana”.

Los resultados de este proceso “superan a los de tener al niño en la incubadora”, y por ello se ha desarrollado un programa para la atención de los neonatos que incluye esta técnica de colocar al bebé sobre el pecho de su progenitora el máximo tiempo posible. Éste se conoce como el proyecto Hera y está dirigido a los padres y cuidadores de los bebés prematuros con el fin de contribuir a que el desarrollo de estos recién nacidos sea igual o lo más parecido posible al de los bebés que han completado su periodo de gestación.

“Ahora lo que estamos intentando en España es cambiar el funcionamiento de las unidades neonatales para recuperar el contacto madre-hijo, que es fundamental. El niño está preparado para estar en contacto con la madre nueve meses, y nosotros los separábamos y lo poníamos en contacto con monitores y máquinas”, añade Martín-Calama.

En cuanto a los beneficios, el pediatra mantiene que son “evidentes”, ya que los pequeños “se recuperan antes, necesitan menos respirador, menos antibióticos y sufren menos diarrea”. Además, este método se complementa con el resto del tratamiento que requiera el bebé. “Esto no impide el que pueda recibir las ayudas que necesite, por lo que puede recibir ventilación asistida, aportes intravenosos o medicación estando en método canguro”, añade el experto.

El proyecto Hera se puso en marcha en 2008 y son muchos los hospitales de toda España que lo están implantando. Además del método canguro, incluye otros sencillos cuidados dirigidos a mejorar el ambiente en el que se desarrolla el niño y a facilitar al máximo el papel de la familia como cuidador principal de su hijo. Controlar el ruido y la luz, poner cobertores para las incubadoras, la sensibilización del personal y disminución de la intensidad sonora de las alarmas, establecer horas quietas para permitir el descanso de los niños, implantar un protocolo de mínima manipulación o acometer medidas para el confort y el control del dolor son algunas de estas medidas.

Estado Mundial de la Infancia 2009

El Servet ha implantado el "método de la madre canguro"

El pediatra Jesús Martín-Calama ha presentado, junto con el presidente de Unicef en Aragón, Esteban Sarasa, los resultados del informe el Estado Mundial de la Infancia 2009. De este estudio, centrado en la salud materna y neonatal, se desprende la necesidad de “devolver a la mujer el protagonismo que le corresponde en el embarazo”.

En este sentido, desde la ONG ven fundamental, no sólo ofrecer un sistema sanitario apropiado, sino mejorar la educación de las niñas para que tengan autonomía suficiente a la hora de elegir si se quedan embarazadas, qué hacer durante el embarazo y cómo actuar tras el parto.

“Si queremos salvar niños, una de las mejores formas es cuidar y salvar a las madres. El progreso de la salud de las madres está muy por debajo de los avances que se han hecho en la salud infantil y para salvar las vidas de las madres, tenemos que devolverles el poder y respetar sus derechos”, ha apuntado Martín-Calama.

Con la mejora de la asistencia sanitaria y una mayor formación para las mujeres, Unicef confía en mejorar los datos generales sobre mortalidad materna, unas cifras terribles especialmente en los países en desarrollo. Según este estudio, cada año más de medio millón de mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo y el parto.

En el mundo en desarrollo, el riesgo que una mujer padece de morir por estos motivos es de uno entre 76, en comparación con la probabilidad de uno entre 8.000 en el caso de las mujeres de los países industrializados. Aproximadamente el 99% de las muertes mundiales derivadas del embarazo y de sus complicaciones se producen en el mundo en desarrollo, donde tener un hijo sigue siendo uno de los riesgos de salud más graves que corren las mujeres.

La gran mayoría de estas muertes se producen en África y en Asia, donde las elevadas tasas de fecundidad, una escasez de personal capacitado y unos sistemas de salud ineficientes representan una tragedia para muchas mujeres jóvenes.