Suspendido el juicio contra el GRAPO Silva Sande por ausencia de testigos

El proceso por el asalto a un furgón blindado en Zaragoza en el que resultaron muertos el conductor y tres de los asaltantes queda aplazado por falta de testigos. Cuatro de ellos se encuentran en paradero desconocido y otro más se ha ausentado a última hora al encontrase indispuesta.

Madrid.- El juicio celebrado este jueves en la Audiencia Nacional contra el miembro del GRAPO Fernando Silva Sande por el asalto a un furgón blindado en la plaza Madres de la Plazo de Mayo de Zaragoza el 7 de abril de 1993, en el que resultaron muertos el conductor del vehículo y tres asaltantes, ha quedado aplazado hasta el 5 de febrero al entender el juez que los testimonios de los cinco testigos hoy ausentes son fundamentales para esclarecer los hechos. Uno de los testigos no ha podido comparecer al encontrarse indispuesta, aunque los otros cuatro se encuentran a día de hoy en paradero desconocido.

La vista ha comenzado sin ellos, aunque tras presentar las pruebas periciales, la acusación y la fiscalía han pedido su suspensión para reclamar la presencia en la sala de los “cuatro testigos de cargo más importantes” en la causa. Tres de ellos habían sido testigos presenciales del asalto al furgón y uno fue el encargado de la empresa Prosegur de dar parte del dinero sustraído. El Ministerio Público no renuncia al “trascendental” testimonio de ninguno de ellos, a pesar de encontrase “inexplicablemente” ilocalizables 15 años después del suceso. Del quinto testigo ausente, una médico forense, si se conoce su paradero, aunque esta misma mañana ha llamado a los juzgados para excusar su incomparecencia por enfermedad.

Aún así han sido seis los testigos que han prestado declaración en la sala blindada de la Audiencia Nacional: dos policías nacionales, un guardia de seguridad de Prosegur, un empleado de Galerías Preciado, un vecino de la zona y un miembro del GRAPO juzgado y condenado por los mismos hechos que se le imputan a Fernando Silva Sande. Se trata de Enrique Cuadra Echandía, quien en su momento inculpó a Silva Sande y ahora no recuerda nada de lo sucedido. Ni siquiera su participación en el asalto.

Testimonios inconclusos

El restos de los testimonios han sido igual de inconclusos, incluido el del vecino de la plaza Madres de la Plaza de Mayo que reconoció en una fotografía de Silva Sande a la persona que le encañonó justo antes de subirse en un coche con el botín. Tampoco el policía que le reconoció 10 de días después del asalto en la Estación Norte de Barcelona y que consiguió recuperar parte del dinero en una bolsa junto con armas y explosivos es capaz de recordar ahora la cara del acusado. Una “visión relámpago” despertó su intuición para dar con el sospechoso en la estación de autobuses y relacionarlo con el crimen de Zaragoza, pero en la Sala de lo Penal no ha podido reconocer al acusado. Tampoco lo pudo hacer el guardia de seguridad que escoltaba el blindado, ya que la explosión le había dejado conmocionado y gravemente herido en una pierna.

La única prueba contundente contra Fernando Silva Sande se trata de un artículo escrito en la revista Resistencia, órgano clandestino de expresión del GRAPO, en el que supuestamente el acusado relataba los hechos y reconocía los errores cometidos en el fatal golpe que dejaba muertos, además del conductor del blindado, a tres compañeros de la banda: Pedro Luís Cuadrado y Valentín Benito y Isabel Santamaría. Esta última era la supuesta compañera sentimental de Fernando Silva Sande en aquellas fechas.

Aunque el acusado ha negado en todo la mayor. Según su relato de los hechos, tras fugarse de la cárcel en 1992 se escondió en Francia hasta su detención en el año 2000. Silva Sande asegura que durante todo ese tiempo se mantuvo inactivo, en la llamada “reserva” del GRAPO, y no “puso un pie” en la Península.

Según el fiscal, no hay duda de su participación en el asalto y pide para él 104 años de cárcel por un delito de robo con homicidio, dos de asesinato en grado de tentativa, dos de lesiones y uno de tenencia de explosivos. El ex jefe de los GRAPO, Silva Sande, ya fue condenado por la Audiencia Nacional a 30 años de prisión por el asesinato del médico zaragozano José Ramón Muñoz.