Novallas.- La localidad de Novallas vuelve a montar su belén viviente, el único de estas características en toda la comarca de Tarazona y el Moncayo. La plaza San Antón alberga esta recreación navideña, que cobra vida hasta la llegada de Sus Majestades los Reyes Magos, este lunes 5 de enero.
Este año, el belén ocupa más espacio, con un mayor número de casetas y muchas personas caracterizadas de época. Lo atraviesa un río que, a su vez, cruzan varios puentes. A un lado están la cantina y la posada, donde por sólo 1 euro es posible degustar algún dulce o aperitivo cocinados por vecinos del pueblo. Todo lo que se recaude servirá para sufragar los gastos que genera el montaje del belén.
Tampoco faltan las castañeras o el herrero e incluso hay una chocolatería y una churrería, para poder calentar un poco el estómago. Por supuesto, el rey Herodes merodea de un lado a otro cuando sale de su castillo y el portal de Belén espera la llegada de la Sagrada Familia. Los más pequeños disfrutan vestidos de pastorcillos haciendo masa de pan con harina.
Según comenta la concejala de Festejos del Ayuntamiento de Novallas, Begoña Úcar, “este año la gente lleva más de un mes trabajando en el montaje del belén, que se abrió antes de Navidad”. En esta iniciativa colabora, además, la Asociación de Mujeres ‘La Pañuela’.
Cientos de personas visitaban el belén en las primeras horas de su apertura. Debido a la gran afluencia, la organización se veía obligada a reponer provisiones para poder seguir ofreciendo alimentos en la posada o la cantina, tales como tostadas de pan de hogaza rehogado de aceite de oliva.
“Estamos muy contentos porque la gente colabora más y para el año que viene estamos muy ilusionados y pensando en hacerlo más grande, como en el parque Luis Buñuel”, comenta Begoña Úcar.
