Novallas.- Cuenta atrás para la puesta en marcha de uno de los proyectos más importantes que impulsa el Ayuntamiento de Novallas. A lo largo de esta semana está previsto que comience a construirse el tanatorio municipal, después de que el pleno haya concedido la licencia de obras y resuelto las alegaciones presentadas durante el periodo de exposición pública.
Tal y como explica el alcalde, el socialista Jesús Fernández, “había cuatro bloques de alegaciones, uno por la ubicación, una cuestión de opinión y no de legalidad, por lo que no tiene ningún sentido”. Las demás se centraban en la falta de aparcamiento, situación dentro del casco histórico e impacto medioambiental.
“Nadie ha dicho no al tanatorio”, destaca el primer edil, quien defiende la ubicación elegida por el equipo de gobierno. “Dejamos claro desde el principio que queríamos hacerlo lo más cerca posible del casco por entender que cruzar la carretera suponía riesgos para la población, especialmente gente mayor”, asegura.
“Dentro de los solares que había dentro del casco urbano –continúa Jesús Fernández- entendimos que ese reunía las mejores condiciones”. Sobre las discrepancias mostradas por algunos vecinos colindantes, el alcalde dice que “se han estudiado otras posibilidades y hemos entendido que nosotros estamos para trabajar por el interés general”.
“Aquí hay intereses particulares que son legítimos, pero nosotros no debemos entrar, el pueblo nos ha votado para tomar decisiones a favor del interés general”, añade Fernández.
300.000 euros de inversión
La empresa adjudicataria de la construcción y prestación del servicio –Pompas Fúnebres de Aragón- invertirá en este proyecto en torno a 300.000 euros. Las obras tienen un plazo de ejecución de en torno a cuatro meses. El futuro edificio contará con todos los espacios propios de un tanatorio.
El de Novallas será el tercero que desarrolle su actividad en la comarca de Tarazona y el Moncayo. “Este proyecto tiene una rentabilidad doble, porque va a hacer un edificio, va a prestar el servicio y a los veinte años, ese edificio pasará a propiedad municipal y entonces el Ayuntamiento considerará si el servicio lo hace directo o indirecto, como en este caso”, concluye Jesús Fernández.
