La Expo recibe a un Diego Ballesteros emocionado tras su viaje a Pekín

Diego Ballesteros, el ciclista de Barbastro que ha conseguido unir pedaleando la Expo Zaragoza 2008 con los Juegos Olímpicos de Pekín, ha llegado este viernes a Ranillas. Emocionado por el cariñoso recibimiento, el deportista ha asegurado que "la amabilidad y generosidad" de la gente en el trayecto han sido "la gran sorpresa del viaje".

Zaragoza.- “Me siento como Beckham”, ha bromeados el ciclista Diego Ballesteros este viernes, al llegar a la Expo y encontrar a decenas de visitantes esperándole alrededor de varias cámaras de televisión y micrófonos.

Después de casi cuatro meses de viaje entre Zaragoza y Pekín, para hacer pedalenado 12.000 kilómetros en 99 etapas, y pasando los últimos 40 días sin descansar, Ballesteros se ha mostrado agotado, pero feliz, tanto por la experiencia del viaje como por lo que ha calificado como un “espectacular” recibimiento a su llegada.

Tras haber unido la Expo de Zaragoza con los Juegos Olímpicos de Pekín sobre dos ruedas, pasando momentos críticos como la pérdida de 11 días bloqueado en la frontera de Irán con Turkmenistán sin conseguir visado, o el paso del desierto del Gobi con unas fortísimas rachas de viento que le hicieron caer varias veces, Diego Ballesteros fue manteado en el aeropuerto, donde le esperaban alrededor de 50 personas aplaudiendo y gritando.

A pesar de los momentos malos, el ciclista ha asegurado que el trayecto ha sido fantástico, confesando que al iniciar el viaje “tenía muchos miedos y preocupaciones por la gente que iba a encontrar”, pero luego recibió “una hospitalidad y generosidad” que no esperaba. “Ha sido la gran sorpresa de este viaje”, ha declarado.

La enorme sonrisa que ha lucido Ballesteros de debía también a la cálida acogida de Barbastro, su pueblo. Coincidiendo con la semana de fiestas, el ciclista ha hecho el saque de honor del partido de fútbol, y hasta tirado el chupinazo, rompiendo con la tradición de que sea un miembro del Ayuntamiento.