Alforque recupera su barca de paso 30 años después

Hace 30 años, los habitantes de Alforque, en la Ribera Baja del Ebro, vieron cómo se deshacía en llamas su único contacto con las tierras y pueblos aledaños: una barca de paso cuya ausencia les hizo cambiar su forma de vida. Los alforquinos esperan, entre la ilusión y la incredulidad, ver de nuevo que la barca cruce el río.

Zaragoza.- Los alrededor de 70 habitantes que vivían hace 30 años en el municipio zaragozano de Alforque dependían de una barca de paso para comunicarse con el mundo exterior. Los enfermos y el médico, las cosechas, el cura o las compras de primera necesidad; todo lo que entraba o salía del pueblo lo hacía atravesando el Ebro.

“No se podía entrar por asfalto por ninguna parte, nada más que por tierra, por rodadas de carros y de malas maneras. A Sástago teníamos que ir andando por ahí, unos ocho o nueve kilómetros”, cuenta el alcalde de la localidad, Antonio Catalán, quien lleva al frente del Ayuntamiento desde que empezó la democracia.

Antonio ayudó a apagar la barca cuando se quemó, pocos meses antes de ser elegido alcalde. La pérdida de este medio de transporte aisló al pueblo, separado por el Ebro del resto de la comarca, durante cuatro años. “Empezamos a molestar por Diputación” -cuenta el alcalde- “y se hizo la carretera de Velilla a Alforque, que son ocho kilómetros. Pero hasta entonces nada”.

Tres décadas después, cuando el pueblo “ya está muy bien comunicado”, como dice su alcalde, la DPZ ha dado una subvención de 120.000 euros que va a destinar, no sólo a la recuperación de la barca y de la sirga, sino también al acondicionamiento de los aledaños para posibilitar el acceso al río. “Ahora la utilizaremos para el turismo”, dice Antonio, a quien se le llena la boca al informar de que “la madera ya está encargada”.

La recuperación de este medio de transporte es, en cierto modo, una manera de reconocer los servicios prestados por la barca durante todos los años en los que éste fue el único medio para pasar el río y comunicarse con el resto de municipios. Y es que la historia de la barca de paso permanece grabada en la memoria de Alforque y los pueblos vecinos. “Yo estoy hablando de esto y tengo la carne de gallina sólo de nombrar lo de la barca, y lo que hemos pasado con la barca en este pueblo”, dice su alcalde, comentando orgulloso que “ahora todos están preguntando en Sástago, en Alborge y en Cinco Olivas: ¿De verdad van a poner la barca de paso? Toda la gente se acuerda de aquello”.

La barca que se va a construir es una réplica de la que se quemó hace 30 años, que sigue hundida en el fondo del río. La intención es que un atractivo turístico para la localidad, dada la historia única que encierra. Además, se ha recuperado la casa del barquero gracias a una subvención de 70.000 euros. Ambas actuaciones pertenecen al plan de acompañamiento Expo de la DPZ a través del cual se está impulsando la recuperación del patrimonio hidráulico de la Ribera Baja del Ebro.

Así, Alforque espera recuperar su barca de paso este mismo año, y con ella el testimonio físico de décadas enteras separado del resto del mundo por el río Ebro.