Zaragoza.- Desde el Museo de Zaragoza hasta el Pabellón Puente, pasando por la plaza de toros de la Misericordia, la Feria de Muestras, el pasaje y los Cines Palafox o el edificio Cajalón; las construcciones expuestas en la muestra “Un siglo de arquitectura en Zaragoza. Historicismo, vanguardia y diversidad” ilustran la compleja evolución que ha vivido la capital aragonesa en los últimos 100 años.
La exposición, que estará en el Palacio de los Torrero hasta el 30 de septiembre, es parte de las iniciativas que el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón (COAA) para poner al día, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, la arquitectura y el urbanismo en el último siglo.
La Exposición Hispano-Francesa y la creación de la huerta de Santa Engracia (hoy plaza de Los Sitios) es el inicio de la muestra, por estar considerada, junto a la planificación del recinto de Ranillas, un punto de inflexión en el urbanismo zaragozano. Cuatro arcos temporales dividen la exposición en el periodo de efervescencia de las vanguardias, la lucha entre el aislamiento de la posguerra y los planteamientos modernos, y la diversidad y libertad que llevan al “todo vale” para llegar a la sección dedicada a la Expo 2008. “El tsunami Expo ha supuesto la refundación de la ciudad, su regeneración y renacimiento. Merece tener un apartado especial”, ha explicado Ricardo Marco, comisario de la muestra junto a Carlos Buil.
Por último, los 70 proyectos candidatos al XXIII premio García Marcadal, “que al fin y al cabo recoge la mejor arquitectura de este periodo”, ha afirmado Jesús Escribano, miembro de la junta del COAA. El certamen bate en esta edición su record de participación, y al ser parte de la muestra trata de dar el punto definitivo de comparación entre lo que fue el urbanismo y lo que es ahora.
“El planeamiento era muy escaso, los medios de urbanización también eran muy pobres, y la ciudad se sostenía sobre ella misma por sustitución. Ahora se pretende que no se sustituya, sino que se regenere, se rehabilite y la gente viva mejor sin necesidad de que se le erradique de su medio”, ha apuntado el decano del COAA, Francisco Pérez Arbués.
Para él y el resto de miembros del colegio de arquitectos, la puesta al día de la arquitectura y el urbanismo es “una asignatura pendiente” en Zaragoza. Para solucionar esta situación, la próxima iniciativa de los arquitectos zaragozanos será la muestra “Evolución urbana en Zaragoza 1908-2008. Registros urbanos de una centuria”, que se celebrará entre diciembre de 2008 y marzo de 2009. El objetivo de esta muestra es “abrir un foro de debate del urbanismo que queremos hacer después de la efervescencia del periodo de la Expo para la continuidad de Zaragoza”, ha dicho Escribano.
Así, los arquitectos quieren implicarse en el futuro que le espera a la ciudad después de este “impulso mágico”, como lo ha calificado Pérez Arbúes, que le ha dado la Expo.
