Zaragoza obtiene una nota media de regular en cuanto al uso de bicicleta como transporte urbano

Consumer Eroski ha realizado un estudio sobre las bicicletas en la ciudad y ha analizado 37 carriles bici y 11 servicios públicos de préstamo de bicicletas. Zaragoza recibe un excelente en cuanto a la seguridad de los ciclistas, aunque aprueba con una nota media de regular.

Zaragoza.- La bicicleta es, en las ciudades, un medio de hacer deporte, no una alternativa real de transporte. Así lo ha constatado Consumer Eroski en el estudio que ha realizado en 18 capitales de España. Dos de ellas no disponen de carriles bici, en otras tres el equipamiento es tan escaso que la proporción de habitantes por kilómetro de bicicarril es superior a 50.000, y sólo en dos se halla por debajo de los 5.000 ciudadanos por kilómetro de carril bici. A ello se suman las carencias de aparcabicis y la anecdótica conexión con el transporte público. Por tanto, los datos muestran que, salvo contadas excepciones, las ciudades de nuestro país siguen dando la espalda a la bicicleta.

Por un lado, ha analizado 37 carriles bici y 11 servicios de alquiler público de préstamo de bicicletas en 18 ciudades del país: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Santander, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. Por otro lado, ha remitido a los ayuntamientos un cuestionario para conocer el equipamiento con el que cuentan para favorecer el uso de la bicicleta.

Los resultados muestran que Zaragoza recibe una nota media de regular.

Carril bici: mucho por mejorar

La dotación de bicicarriles es, en general, insuficiente. Los casos más extremos se encuentran en Oviedo y en Alicante, donde no disponen siquiera de un kilómetro de carrril bici. Zaragoza, por su parte, dispone de 75 kilómetros, un kilómetro por cada 8.725 habitantes.

En términos relativos, las mejores redes viarias para ciclistas se hallan en Vitoria (55 kilómetros, uno por cada 4.172 habitantes) y Pamplona (41 kilómetros, uno por cada 4.754 ciudadanos). Si se tiene en cuenta exclusivamente el número de kilómetros de carril bici, la red más extensa se localiza en Barcelona, con 128 kilómetros.

En cuanto al estado de los carriles bici, la valoración final se queda en un aceptable condicionada en gran parte por la falta de aparcabicis y por una señalización insuficiente. En el caso de Zaragoza, respecto a la señalización de carriles para bicicletas, el estudio arroja una calificación de mal, aunque la capital aragonesa recibe un muy bien en mantenimiento de los carriles bici y un excelente en la seguridad de los ciclistas.

Según el ayuntamiento, Zaragoza cuenta con 50 aparcabicis, no obstante, el estado de los mismos ubicados junto a las vías analizadas recibe una calificación de muy mal. Además, cabe destacar el caso de Córdoba, que dispone de aparcabicis subterráneos con capacidad para 200 bicicletas; y de Zaragoza, para 115.

Alquiler público de bicicletas

Potenciar el uso de la bicicleta en la ciudad pasa no sólo por tener una extensa y compatible red de bicicarriles, sino también por instalar un servicio público de alquiler de bicicletas disponible para todos los públicos. La pionera en nuestro país fue Córdoba (lo implantó en 2003). En este apartado suspenden A Coruña, Alicante, Granada, Málaga, Murcia, Oviedo y Valencia con un muy mal. En el lado contrario, se sitúan San Sebastián y Sevilla con un muy bien cada una.

Esta revista analizó seis servicios automatizados, entre ellos, el recién inaugurado en Zaragoza, donde se comprobaron cuatro puntos de recogida y entrega tanto el tipo y calidad de la información que proporcionaban como el estado de la bicicleta.

El servicio automatizado resultó más útil y rápido para alquilar la bicicleta, sus horarios eran en general más amplios y, en ocasiones, estaba disponible todo el día de forma ininterrumpida. Sin embargo, salvo en Córdoba y Sevilla, en el resto de ciudades con este sistema (Barcelona, Pamplona, San Sebastián y Zaragoza), los técnicos de la revista se vieron obligados a realizar trámites con días o semanas de antelación antes de poder disfrutar de esta iniciativa sostenible. En la mayoría pedían un número de identificación (DNI, carné de conducir o documento de empadronamiento).