Pilar Narvión: la madre del periodismo

Nunca se ha casado, ni ha tenido hijos, pero Pilar Narvión ha sido la “madre soltera de toda una generación de periodistas”. Así la ha emparentado esta tarde Juan Carlos Soriano en la presentación de su libro Pilar Narvíon: Andanzas de una periodista perezosa.

Madrid.- A sus 85 años de edad, la periodista turolense Pilar Narvión (Alcañiz, 1927) acaba de estrenar su primer libro, aunque lo ha haya escrito una tercera persona. Su coterruño y pupilo Juan Carlos Soriano, ha presentado esta tarde en una abarrotada Sala de Columnas del Congreso de los Diputados el libro Pilar Narvión: Andanzas de una periodista perezosa. Pilar Narvión fue la “madre de toda una generación de periodistas”, según Soriano, que ha crecido a su amparo; y este libro tiene como fin rescatarla para que la conozcan las venideras.

Al salir este libro mucha gente se ha planteado dos preguntas: por qué no ha escrito la propia Pilar sus memorias y por qué el título del libro. Y las dos, comenta el periodista Juan Carlos Soriano, tienen la misma respuesta: por “vagancia”. Pilar viene de una familia “vagante y extravagante”, y ella misma decía que llevaba la holgazanería en los genes. Cuando le preguntan porque nunca se ha casado, siempre responde lo mismo: primero, por que “soy muy distraída y puede pasar delante de mis narices el amor de mi vida y no darme cuenta”; segundo, “¡qué pereza!”

Andanzas de una periodista perezosa, es lo más sustancioso de una docena de tardes de conversación con Pilar Narvión. Juan Carlos Soriano- que la conoce desde que era directora en el diario Pueblo y él un joven periodista- se ha esforzado por que la voz de Pilar suene tal como es: “con sus latiguillos, con sus digresiones y con su sentido del humor”. Por eso ha optado por el formato entrevista. No se ha visto capaz de hablar de Pilar en primera persona.

Las niñas del Pilar

Para Juan Carlos Soriano, Pilar Narvión fue algo más que su jefa, fue su mentora: “no sólo me pagaba las crónicas que escribía, sino que me prestaba libros, me aconsejaba y encauzaba mis lecturas”. Así mismo piensa la periodista y escritora, Julia Navarro. Ella se considera una de las niñas de Pilar. El grupo lo conformaban un grupo de jóvenes periodistas parlamentarias, entre ellas Rosa Villacastín, Charo Zarzalejos y Susana Olmo. En el Congreso se les conocía así; y Pilar las llevaba avergonzadas de la mano para que conociesen a Adolfo Suarez, Fraga, Carrillo, la Pasionaria…

Pilar Narvión los conocía a todos y trataba con ellos como si estuviese en el salón de su casa. Por su inseparable moño, comenta Julia Navarro, “muchos la tenían por conservadora y de derechas”; pero no era así Pilar es “abierta, conservadora y sobretodo demócrata”. Era una mujer libre, que había estado de corresponsal en Roma, en París, que había recorrido los Paises Escandinavos y había entrado de incógnito en la antigua Unión Soviética; siendo testigo directo de los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX.

A su regreso a España, en plena transición, Pilar Narvión era una periodista más que curtida y supo transmitir a sus niñas su semblanza y sabiduría. Durante la presentación del libro, Julia Navarro ha recordado uno de los episodios más apasionantes del Congreso de los Diputados. La tarde del 23-F cuando Tejero entra con sus guardias civiles pegando tiros, todos los periodistas se tiran al suelo atemorizados, las más jóvenes intentan vislumbrar lo que está ocurriendo entra lágrimas y sollozos, mientras que Pilar, sentada, sin perder la compostura, sentencia: “Niñas, apuntad la hora y fijaros bien en todo lo que pasa; esto es lo que en los libros de Historia se llama un golpe de estado”.

La tía Pili

Otro periodista ha querido hablar de Pilar Narvión desde otra perspectiva más familiar. Se trata de su sobrino Javier Capitán, una de las voces más entretenidas de RNE y antiguo presentador de El Informal. Capitán debe su vocación de periodista a su “tía Pili”, y ella a su vez lo endeudó de su tío Mariano Romance. Un personaje estrafalario que “se empeño en abrir periódicos en el bajo Aragón hasta arruinarse”. Pilar Narvión comenzó a trabajar para él con siete años: iba todos lo días a la estación de Alcañiz para tomar nota de los “célebres” viajeros que llegaban y escribir la crónica social de la pequeña ciudad.

Pilar Narvión ha sido una “periodista de raza toda su vida”, afirma Javier Capitan, y hoy “continúa siendo periodista”. A sus 85 años le sigue acompañando siempre un periódico o un libro bajo el brazo. Sigue teniendo la “mente lúcida”, aunque el cuerpo “un poco maltrecho”, por eso su sobrino a querido excusar su ausencia en el auditorio en el que tantos amigos y compañeros se habían congregado para la presentación de su libro. Capitán ha aducido, además de sus problemas físicos, que la tía Pili se ha vuelto “un poco coqueta” con los años y no quiere presentarse en ningún lugar con el moño mal puesta.

También con la edad le ha “afilado el sentido del humor” tan aragonés que destilaba su mentor, el tío Lorenzo. A aquel que una vez su novia de la juventud, con la que todavía paseaba cogido de la mano en la senectud, le preguntó: “Lorenzo, ¿nos casamos o qué?” A lo que él respondió: "o ¿qué?".