Una invitación a reconstruir la realidad sonora de Europa

Partituras manuscritas desde la Edad Media hasta el siglo XX se trasladarán hasta el próximo 26 de marzo a la sala CAI Luzán con “La música en los archivos de las catedrales de Aragón”. La muestra reúne una selección de 156 piezas religiosas y civiles conservadas en templos aragoneses que permiten “leer” la historia musical europea.

Zaragoza.- Los fondos musicales conservados durante años en los archivos de las catedrales aragonesas conforman todo un recorrido material por la realidad sonora de toda Europa a través de partituras e instrumentos. Una parte de este patrimonio artístico estará desde este lunes hasta el próximo 26 de marzo en la sala CAI Luzán con la exposición “La música en los archivos de las catedrales de Aragón”, en la que una de las principales peculiaridades de la música europea, la grafía, se vuelve protagonista. Muestra de ello son las 156 piezas -procedentes de la Seo y el Pilar, Huesca, Teruel, Tarazona, Barbstro, Jaca, Albarracín y del templo de Roda de Isábena- que marcan un camino por la historia musical del viejo continente desde la tradición gregoriana de la Edad Media hasta el los siglos XIX y XX.

Esta exposición, que cuenta con el patrocinio de la Obra Social y Cultura de Caja Inmaculada, está comisariada por tres prestigiosos especialistas: el canónigo prefecto de música de la Seo, José Vicente González-Valle; el científico titular y jefe del Departamento de Musicología de la Institución Milà y Fontanals del CSIC, Antonio Ezquerro, y el científico de este último y director de los Músicos de su Alteza, Luis Antonio González Marín. Todos ellos han presentado los detalles, antes de su inauguración en la tarde de este lunes, acompañados por el subdirector general de la CAI, Juan Antonio García Toledo.

El objetivo de esta iniciativa, en la que se han empleado tres años de búsqueda e investigación con la colaboración de archiveros de todo Aragón, es trasladar al público este importante legado musical compuesto por manuscritos e impresos de música teórica y práctica de canto gregoriano, polifonía vocal, coral e instrumental, eclesiástica y civil de los últimos diez siglos.

Dos de los ejemplares que forman parte de la muestra

Pretende también reflejar el sentimiento vivido por los investigadores en su periplo por los archivos. “Uno se siente como un águila volando por Europa porque uno ve allí obras de Milán, Nápoles, París, Londres, Roma, Venecia, Madrid o Zaragoza. Se siente uno en el mundo”, explica José Vicente González. Se trata de una riqueza que, en sus propias palabras, es síntoma del “cosmopolitismo de Aragón no de ahora sino de siempre, abierto a todos los estilos, a todos los tipos de composición, a todos los compositores”. Y, maravillado, cuenta cómo se han encontrado grabados del antecesor de Bach de su misma época en Zaragoza u obras de Haydn en Teruel y Albarracín en los tiempos en lo que el compositor aún vivía.

De las iglesias a la actualidad

Aunque en esta muestra existen ejemplos de música civil e incluso profana, la mayor parte de las piezas expuestas proceden de las iglesias. “El 95% de la música de España es de titularidad eclesiástica y el 5% restante es testimonial”, apunta Antonio Ezquerro, para quien la reconstrucción de este camino musical “no habría sido posible sin la colaboración de las iglesias”. A pesar de ello, “todavía queda mucho por hacer” y sólo en los archivos del Pilar y de la Seo existen entre 12.000 y 14.000 composiciones, donde “el porcentaje de cuanto puede sonar es muy pequeño”.

En relación a estos dos templos, se ha realizado un trabajo pionero en el trabajo en archivos. Así lo afirma Antonio González respecto al convenio suscrito entre el CSIC y las catedrales zaragozanas para garantizar la realización de un catálogo y la investigación integral de los archivos con el fin de poner esos fondos en valor y a disposición de la sociedad. Todo ello para, para hacer realidad la meta última de la musicología: “poder tocar, cantar, escuchar y disfrutar la música histórica, convirtiéndola en música de nuestros días”.