Zaragoza.- La sequía se agrava en la cuenca del Ebro y, a pesar de las lluvias de esta última semana, los embalses permanecen prácticamente sin cambios en una época del año tradicionalmente lluviosa y que servía para llenar los pantanos. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha informado que la reserva hídrica es de 3.437 hectómetros cúbicos, sólo un 0,3% más que hace siete días.
Los embalses de la cuenca se encuentran al 46,4% de su capacidad, más de 1.000 hectómetros cúbicos menos que hace un año, cuando los pantanos estaban al 60,8% del total.
Por zonas, el mayor incremento se ha producido en la margen derecha con un aumento del 0,4%. En la margen izquierda la ampliación de la reserva de agua en los embalses ha sido del 0,3%, y del 0,2% en el Eje del Ebro.
Esta práctica estabilidad en la reserva de agua se debe a las medidas tomadas en la anterior Comisión de la Sequía, que adoptaban una serie de soluciones como la reducción del caudal al mínimo ecológico o el descenso del flujo en los embalses para la turbinación de las centrales eléctricas.