Zaragoza.- El proyecto de mejora de 1.500 kilómetros de las carreteras autonómicas de Aragón que ha presentado este viernes la DGA será “integral y simultáneo” en todo el territorio, ha explicado el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte, Alfonso Vicente.
El plan de acondicionamiento ha dividido la Comunidad en 8 sectores, 3 en la provincia de Zaragoza, 3 en Huesca y 2 en Teruel. Estos sectores reordenan el espacio de la red principal de carreteras que gestiona la DGA y facilitan la ejecución final de la actuación. La Dirección General de Carreteras de Aragón, ha dicho su titular Antonio Ruspira, ha diseñado los sectores de forma “equilibrada y atractiva”, al objeto de que cualquiera de los ocho resulte llamativo para la iniciativa privada.
En los años 2008 y 2009 tendrá lugar la preparación del programa y la redacción de los estudios previos. En 2010 se llevará a cabo la licitación y la redacción de proyectos, mientras que a partir de 2011 se ejecutarán las obras para que estén concluidas en 2013.
El titular de Obras Públicas ha destacado que es un proyecto “necesario, ilusionante y ambicioso”, diseñado para mejorar el “conjunto del territorio y la calidad de vida de los aragoneses”. Vicente ha destacado que Aragón es “peculiar” por su orografía, extensión, población y ubicación y ha señalado que una forma de “desarrollo equilibrado del territorio” es actuar sobre las infraestructuras de transporte, y más concretamente sobre la red viaria.
Reducir los plazos de ejecución
“Las carreteras forman parte del catálogo de oferta de servicios de cualquier territorio y un activo tangible”, afirmando además que el buen estado de las vías permite “mayor desarrollo, seguridad en los desplazamientos y reducir los costes económicos”.
La fórmula de financiación que se va a emplear, el sistema de concesiones, también sido objeto de halagos del consejero aragonés; una fórmula, ha dicho, “que ya se está empleando en la autopista autonómica El Burgo de Ebro-Villafranca” y que permite “reducir los plazos de ejecución”.
A juicio de Vicente, se trata de un proyecto que busca “ganar tiempo al tiempo y alcanzar mayor nivel de desarrollo económico y social”, recalcando también que generará más seguridad, cercanía y un alto grado de equilibrio territorial.
Una vez acondicionadas las vías, la conservación y el mantenimiento de la red se hará de forma permanente, propiciando que Aragón y los aragoneses dispongan, de forma gratuita en un lustro, de una red de carreteras ejemplar.