Zaragoza.- El Gobierno de Aragón ha manifestado su satisfacción con el fallo del Tribunal Constitucional ante el recurso presentado contra el Estatuto valenciano. La pasada semana se conoció que el Tribunal había desestimado el recurso de inconstitucionalidad de la DGA, por 7 votos a 5, del artículo 17 de esta norma autonómica. En este artículo, la Comunidad Valenciana se reconocía el derecho a gestionar los “caudales de agua de cuencas excedentarias”.
El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, ha explicado que, aunque el primer objetivo era “que se declarase inconstitucional el artículo 17 del Estatuto valenciano”, se ha cumplido el segundo objetivo: “Que quedase claro que Valencia no tiene ningún derecho subjetivo a los excedentes del Ebro”. “No se vincula la función legislativa del Estado y no supone ninguna posición al Gobierno central para que haga uso de sus competencias sin ningún condicionante”, considera Boné. Además, así, “queda descartado que Valencia pueda reclamar judicialmente ningún agua que no sea de sus propias cuencas internas”.
Acuerdo-Marco
Haciendo referencia al mismo tema, aunque en forma más general, el consejero Boné ha pedido un acuerdo-marco estatal en política de agua. “Es indispensable”, ha resumido el consejero, “más aún si se tiene en cuenta que se están revisando los planes hidrológicos de cuenca, con 2009 como fecha límite”.
“Por lo que respecta a Aragón, la sentencia viene a reforzar la política que estamos llevando en la Comunidad”, ha manifestado Boné. “Estamos llevando a cabo la ejecución de las obras de regulación del Pacto del Agua y cerrando el círculo de los calendarios de ejecución”, ha resumido el consejero. “La mejor forma de gestionar el agua en Aragón es aprovecharla”, ha razonado porque “las tentaciones de algunas Comunidades Autónomas para hablar de excedentes desaparecen”.
Como Partido Aragonés
El consejero, por último, ha realizado unas declaraciones en condición de secretario general del PAR. Boné ha recordado que, en días atrás, había pedido a los responsables de los partidos principales que fuesen “claros y tajantes” respecto al trasvase del Ebro. De no hacerlo, “todo esto contribuye a una confrontación infructuosa, independientemente de que pueda tener sus réditos electorales”, ha concluido.
