La colección “Mariano de Pano y Ruata” reúne en su nuevo volumen el origen y la evolución de los emblemas aragoneses

La colección “Mariano de Pano y Ruata” que edita la CAI cumple veinte años con un nuevo volumen titulado “Aragón en sus escudos y banderas”. El libro repasa la evolución de la emblemática de la Comunidad, sus comarcas y municipios desde las barras aragonesas del siglo XII hasta los cambios derivados de la Constitución y el Estatuto.

Zaragoza.- Desde las barras aragonesas que desde el siglo XII han identificado a Aragón hasta los nuevos emblemas heráldicos que han tomado municipios y comarcas de acuerdo con la Constitución de 1978 o el Estatuto de Autonomía, pasando por las señas reales, nobiliarias, eclesiásticas, burguesas, gremiales o territoriales que, con una mezcla de leyenda y mito, se han ido configurando a lo largo de la Historia. Así es el recorrido por la emblemática aragonesa que, bajo el título “Aragón en sus escudos y banderas”, realiza el nuevo volumen de la colección “Mariano de Pano y Ruata” que desde hace veinte años edita Caja Inmaculada sobre temas de la Comunidad.

Esta publicación especializada es una obra de múltiple autoría, capitaneada por los historiadores Guillermo Redondo, Alberto Montaner y Mari Cruz García, a quienes el director de la colección, el también historiador Guillermo Fatás, costó “casi dos años” convencer para que hicieran este nuevo volumen, el número 26, terminado después de un “trabajo titánico”.

Algunos de los emblemas que hoy identifican a las diputaciones, comarcas y municipios aragoneses se han usado desde tiempos inmemoriales pero otros se han creado o modificado con los actuales procedimientos legales. Las páginas de este libro incluyen una descripción de unos novecientos escudos y banderas, con casi un centenar de ilustraciones de aquellos que han pasado por el trámite completo para su actualización. Y, para documentar este estudio, los autores han realizado alrededor de cuatrocientas entrevistas con alcaldes y concejales.

Todo ello ha servido para dejar constancia, en palabras del subdirector general de la CAI, Juan Antonio García Toledo, de este “mundo de formas y colores de gran atractivo estético, que constituye una parte importante de nuestra memoria histórica, con una rica simbología que identifica al ser de Aragón”. En relación a este patrimonio cultural inmaterial, Guillermo Fatás entiende que esta obra servirá para “que nuestra gente se guste a sí misma”.

Además, para Guillermo Redondo, la gran novedad de esta obra consiste en que “pone una base firme para lo que se desea que llegue a ser un corpus de todos los emblemas especiales de Aragón”.

Próximo número

La colección, que ha llegado puntual a su cita anual desde hace dos décadas, ya está preparando un nuevo volumen para el próximo 2008. Como ha explicado Fatás, en ese año en el que no faltarán publicaciones sobre Los Sitios de Zaragoza, la colección optará por profundizar en “uno de los rincones más venerables, por su antigüedad, de la Historia zaragozana”. Se trata de la iglesia de Santa Engracia, que “de acuerdo con el criterio del historiador y no de las tradiciones piadosas, es el punto de nacimiento de la vieja cristiandad cesaragustana”.

Fatás argumenta esta afirmación en que en la cripta de este templo se encuentran “dos piezas de extraordinario interés histórico y arqueológico” que proceden de la dinastía del emperador Constantino, es decir, “prácticamente de la generación siguiente a aquella en la que el cristianismo fue declarado culto tolerado por el Imperio romano”.