Un libro revela que el 29% de los guardias civiles han padecido mobbing

El libro “La cara oculta de los policías en España” revela que el 29% de los guardias civiles han padecido mobbing y un 41% de los encuestados confiesa haber sido hostigado por sus mandos de forma continua. Desde AUGC-Aragón se asegura que estos datos son perfectamente extrapolables a la plantilla de la Comunidad aragonesa.

Zaragoza.- La delegación en Aragón de la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha dado a conocer la publicación del libro “La cara oculta de los policías en España”, que revela los numerosos casos de mobbing que padecen los agentes. En el tomo se examina con detenimiento esta profesión policial y los riesgos psicosociales derivados de su actividad y de su estructura militar. En la elaboración del mismo también ha participado el presidente de AUGC, Fernando Carrillo, y la experta en “mobbing”, Sonia Ruiz.

Un claro ejemplo de la delicada salud que atraviesa la Benemérita es el elevado número de casos de “mobbing” que se dan a diario dentro del cuerpo, en el que según una encuesta realizada por la AUGC, el 29% de los encuestados reconoce haber estado de baja laboral como consecuencia de un acoso moral continuado en el trabajo.

Asimismo, un 41,44% confiesa haber sido hostigado por sus superiores; un 18,46% reconocen haber recibido amenazas dentro del Cuerpo; un 7,32% han sufrido burlas de compañeros y han sido objeto de ridiculizaciones públicas; un 19,82% han sido objeto de maltratos psicológicos; un 1,35% han sido víctimas de maltratos físicos y un 12,84% han tomado o piensan tomar acciones legales contra esta situación de maltrato.

Desde AUGC-Aragón se asegura que estos datos son extrapolables a la plantilla de la Guardia Civil destinada en esta Comunidad. “Los casos son generalizados en todas las unidades”, lamenta uno de sus representantes. Así, en los destacamentos de Tráfico, como por ejemplo el grupo de Atestados de Calatayud hasta el verano pasado, la mitad de la plantilla estaba de baja psicológica. En el de Zaragoza, aunque ha ido oscilando, han llegado a estar entre 12 y 15 agentes se encontraban en la misma situación.

Otro ejemplo es el de la unidad de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, en la que en los últimos tres años ha habido alrededor de trece personas de baja y las prejubilaciones son frecuentes. De la misma manera, la falta de personal en el destacamento de Huesca, supuso tal plus de estrés para los agentes allí destinados, que aumentó el porcentaje de bajas por esta enfermedad.

En dicha encuesta se ha entrevistado a 444 guardias civiles (421 hombres y 23 mujeres) sobre cuestiones relativas al acoso psicológico en el trabajo, lo que se conoce con el nombre de “mobbing”. Se trata de datos surgidos de la investigación realizada por esta asociación, puesto que la Dirección General de la Guardia Civil los considera confidenciales y no los proporciona.

Los resultados revelan que las amenazas, insultos, vejaciones, burlas de los compañeros están generalizadas. Esto genera en el agente un estado de ansiedad que acarrea numerosos problemas de salud, explicaba Manuel del Álamo, miembro de AUGC y uno de los autores del citado libro.

“El problema que se encuentra el agente que padece esta enfermedad es doble”, admite el representante de AUGC-Aragón, “puesto que darte de baja por baja psicológica supone señalarte dentro de la Guardia Civil como un cuentista”. Debido a esta visión, las represalias a la vuelta no son pocas, lo cual no ayuda a la reinserción del enfermo, ya que “no se vela por su salud laboral”. La presión aumenta y acaban “hundiendo a esa persona”.

Otro de los inconvenientes con los que se encuentran los más de 2.500 guardias civiles que causan baja psicológica al año en toda España, es que su ausencia, sumada a la escasez de personal en las plantillas, reduce aún más los efectivos que hay en servicio, aumenta la presión de los mandos y las condiciones son más penosas.

El mando como problema

La propia estructura de la Guardia Civil impide que en muchas ocasiones las víctimas de esta determinada situación puedan denunciarlo a sus superiores, ya que son precisamente éstos los que ejercen este tipo de presión. “Muchas veces el problema es el propio mando, ¿a quién acudes entonces?”, critica un agente de este cuerpo. Pese a lo que muchos creen, el “mobbing” no son sólo amenazas o maltratos físicos o psíquicos.

El encargo de trabajos humillantes, las criticas continuas a todo aquello que hace uno, o incluso el hacer que una persona se sienta inferior simplemente evitando que se comunique con sus compañeros o eludiendo sus conversaciones, son otras formas de “mobbing” que abundan dentro del día a día en el cuerpo de la Guardia Civil.

El secretismo va unido a este Cuerpo por su estructura militar, por eso en relación a los abusos sexuales, delito que va más allá de lo que se conoce como “mobbing”, ninguno de los encuestados reconoció haber sufrido en sus carnes. No obstante, en el caso de las mujeres policías esta cifra varía, ya que según una encuesta elaborada en 2005 a mujeres en la policía autonómica catalana, un 9% de las encuestadas había sufrido alguna vez acoso sexual por parte de sus compañeros y un 67% reconocieron ser víctimas de actitudes y comportamientos machistas.

Esta situación de acoso laboral se une a un cúmulo de circunstancias propias de la actividad policial de la Guardia Civil que hacen que muchos agentes se encuentren de baja laboral. En tan sólo diez años, 17.000 guardias civiles han causado baja psicológica, lo cual supone un coste económico de 500 millones de euros, según denunció AUGC.

En las próximas semanas se llevará a cabo la presentación de este libro en distintas capitales de provincia, así como se iniciarán contactos con los grupos políticos para tratar, entre otros, esta situación.