La construcción de embalses enfrenta a regantes y ecologistas en el nuevo Plan Hidrológico

Regantes y ecologistas han sido los dos primeros colectivos que se han reunido con la CHE para establecer los puntos básicos que deberá recoger el nuevo Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro. Los embalses enfrentan a los dos grupos que manifiestan posturas antagónicas. Mientras unos piden que se aceleren las obras, otros solicitan una moratoria indefinida.

Zaragoza.- En 2008 la cuenca del Ebro deberá disponer de un nuevo proyecto de Plan Hidrológico que sustituya al de 1996. Un documento que, entre otras medidas, establecerá las actuaciones concretas que deberán realizarse en cada zona. Por ello, y atendiendo al principio de participación social, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se está reuniendo con ciudadanos y usuarios para fijar sus posiciones y demandas. Este lunes se han celebrado los dos primeros encuentros: con los regantes y con los ecologistas.

La posición de los regantes no se ha movido con respecto al anterior Plan. “Pedimos casi lo mismo que se llevó en el año 1996 al Plan Hidrológico actual”, ha declarado el presidente de la comunidad de riego del Canal de Bardenas, Luis Ciudad Gallizo. “Las obras más importantes que se solicitaron están todavía sin realizar”, ha señalado Ciudad, y ha mencionado el recrecimiento de Yesa y los embalses de Biscarrués, Mularroya y Santa Liestra, como las actuaciones “emblemáticas pendientes que permitirían el desarrollo de Aragón”.

Desde la asociación de regantes del Canal de Aragón y Cataluña su presidente, José Luis Pérez, ha coincidido en la necesidad de las mismas obras de regulación. Pérez también ha demandado que en nuevo Plan Hidrológico sea “lo más resumido posible, pero que se cumpla lo que aparezca”. 

Sin embargo, Pérez ha admitido que “los tiempos están cambiando y hay que plantear los problemas derivados de la gestión, y aplicar los avances a los que se está llegando en  este campo”.

Ecologistas

Después de los regantes les ha tocado el turno a los ecologistas. La Confederación Hidrológica del Ebro (CHE) les ha convocado esta tarde en la segunda reunión para establecer los asuntos que se deberán abordar en el nuevo Plan Hidrológico de la cuenca. Las asociaciones naturalistas han planteado que es necesaria una moratoria en la construcción de embalses y frenar la ampliación de los regadíos.

La CHE se ha reunido con regantes y ecologistas

“El río ya no da más de sí”, ha asegurado el representante de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar), Mariano Mérida. “Vamos a proponer una moratoria para que no se pongan más zonas en riego”, ha señalado. Según sus datos, el 30% de los lugares no poseen un caudal ecológico y “sin embargo se plantea pasar de 800.000 hectáreas de regadío a un millón”, ha añadido.

En paralelo con esta exigencia Mérida ha solicitado que se paralicen las obras de construcción de más embalses debido a que “no se cumple con el cauce ecológico de los ríos”. Además, ha señalado que estas medidas suponen “un derroche económico escándaloso”, y ha puesto como ejemplo el pantano de Mularroya con un presupuesto de 30.000 millones de pesetas para 103 hectómetros cúbicos.

“La cuenca presenta un panorama desalentador”, ha añadido Mérida, en referencia a los asuntos pendientes como la contaminación en la Fuente de la Junquera, la provocada por la papelera La Montañanesa o por el sector porcino.

Mérida ha indicado que los problemas en el cauce también se ven afectados por la ocupación en intervenciones como el azud o el dragado. Asuntos que, a su juicio, provocarán problemas con especies invasoras como el mejillón cebra o la mosca negra. “El tema se quiere abordar con voluntariedad pero en la práctica hoy por hoy no se ofrecen garantías”, ha concluido.

Directiva Marco

La participación ciudadana es uno de los requisitos de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, que exige la implicación de la sociedad en el desarrollo de los nuevos Planes de Demarcación. Todos los planes deben estar aprobados en 2009 y, además de establecer las actuaciones en cada zona, recogerán  las líneas de gestión de las cuencas, fijando entre los caudales ecológicos y el uso del recurso.

Una vez aprobado comenzará un período hasta 2012 para aplicar el programa de medidas y hasta 2015, horizonte que fija la Directiva Marco del Agua, para evaluar la efectividad de estas medidas.