Un tesoro oculto en la iglesia de Montañana

Los trabajos de restauración de la iglesia de Nuestra Señora de Baldós de Montañana han sacado a la luz unas interesantes pinturas del siglo XIV, que han permanecido escondidas durante años bajo capas de yeso y cal. Además de tener la iconografía habitual del arte románico bien conservada, parecen narrar la vida del obispo san Ponce.

Montañana.- La torre de la iglesia parroquial de Montañana, en la Ribagorza, está cubierta de andamios. Sin embargo, su interior depara un importante hallazgo para el patrimonio artístico aragonés. Los trabajos de restauración del templo han sacado a la luz unas pinturas murales posiblemente del siglo XIV, que durante años han estado escondidas bajo capas de yeso y cal.

“Siempre que hay enlucidos antiguos hay desprendimientos y debajo se atisban colores, restos de pintura. Aquí se suponía que debajo había porque aparecieron desprendimientos. Luego se hizo un estudio de catas y se vio que el porcentaje de pintura que aparecía valía la pena, que era suficiente para hacer una restauración”, ha explicado una de las restauradoras, Rosa Abadía.

Las pinturas ocupan el arcosolio de la iglesia de Nuestra Señora de Baldós, el espacio inferior al coro donde también han aparecido varias tumbas (uno de los esqueletos estaba intacto y se ha llevado a analizar a Huesca). Las pinturas “son una representación medieval del mundo iconográfico y de todos los programas que se solían representar. Tenemos casi todos los elementos porque hay un Pantocrátor, el Cordero Místico y un Cristo Crucificado con la Virgen y san Juan”, ha comentado Abadía.

Una galería de caras compartimentadas ocupan la superficie del trasdós y el panel frontal narra la historia de un santo obispo. “Podría tratarse de San Ponce, pero lo estamos investigando”, ha advertido Abadía, quien ha recordado que la iglesia estuvo dedicada a este santo francés y que ya están en conversaciones para encargar un estudio iconográfico a una doctora de arte medieval de la Universidad de Zaragoza. Las pinturas comienzan con el que podría ser el nacimiento del personaje y termina con el funeral, aunque aparece la consagración del obispo con la imposición de la mitra y la bendición a los fieles.

El Pantocrátor es uno los iconos habituales en el románico 

Un románico único

Estas pinturas murales al temple, que ocupan una superficie de 17 metros cuadrados, adquieren mayor importancia gracias a su buen estado de conservación. “Aparte del interesantísimo programa iconográfico, son importantes por haber aparecido intactas in situ. Sin olvidar que cada hallazgo románico es único”, ha señalado Abadía. Precisamente, el haber estado cubiertas durante tanto tiempo ha garantizado su estado de conservación. El equipo de restauradores, de la empresa Suma, ha recogido muestras que han llevado a analizar para precisar la datación de los murales.

Durante las obras de restauración de la iglesia también se han descubierto pequeños elementos esculpidos en la piedra y restos de pintura mural del siglo XVIII. Unos motivos que, aunque en principio tienen menos valor, llaman especialmente la atención por sus colores y llamativas formas geométricas y florales. En total, las pinturas ocupan una superficie de 47 metros cuadrados y en breve estarán totalmente restauradas. Mientras tanto, se sigue trabajando en la consolidación del templo.

“La restauración de la iglesia comenzó hace dos años y yo creo que para finales de año estará terminada tanto la iglesia como las laderas. Y después se continuará con todas las infraestructuras, llevarles el agua, el alcantarillado…”, ha subrayado el arquitecto encargado de las obras, José Miguel Ferrando, quien lleva ocho años realizando diferentes proyectos de rehabilitación del núcleo de Montañana.

Ferrando ha explicado que ha sido necesario reforzar especialmente las laderas para evitar más derrumbes. “Estamos en una zona entre dos barrancos, muy escarpada y que tiene un problema de estabilidad en la geología porque se combinan bandas de piedras muy resistentes y otras que se deterioran fácilmente con el contacto del agua. Éste es el principal problema. Por eso hemos consolidado las laderas para evitar que se vaya reduciendo la superficie de apoyo de la iglesia”.

Las pinturas se han presentado oficialmente este viernes

Presentación oficial

El Gobierno de Aragón trabaja desde los últimos ocho años en devolver el aspecto original al núcleo medieval de Montañana, declarado Bien de Interés Cultural en 1984. Por eso, el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Alfonso Vicente, ha querido visitar la localidad este viernes, minutos después de participar en el pleno de las Cortes: “Quería conocer de primera mano esta actuación, porque creo que es una de las actuaciones más importantes que estamos llevando a cabo en el Gobierno de Aragón en cuanto a la rehabilitación de un casco”.

“Nuestro objetivo -ha continuado el consejero- es rehabilitar el casco en su conjunto, y desde luego esta pieza es la más importante. Y si a eso añadimos que han aparecido pinturas de un alto valor cultural, eso viene a reforzar que hemos acertado en la apuesta por rehabilitar este pueblo”. No en vano, el Ejecutivo Autonómico ha invertido en los últimos años cerca de cuatro millones de euros para conservar el sorprendente patrimonio de Montañana que, según Alfonso Vicente, es necesario recuperar “para ponerlo a disposición de todos los aragoneses, para que puedan venir a disfrutar del entorno y de las maravillas arquitectónicas que tenemos”.

Una actuación que ha elogiado el director general de Patrimonio, Jaime Vicente, quien tampoco ha querido perderse la presentación pública de las pinturas murales. “Es una sorpresa muy grata ver cómo desde el departamento de Obras Públicas están actuando de una manera tremendamente rigurosa y eficaz en Montañana, ya que se ha resuelto uno de los problemas fundamentales que era la estabilidad de la iglesia. Y a esa grata sorpresa de saber que la iglesia está consolidada se añade el descubrimiento de estas pinturas realmente excepcionales”.