Undués de Lerda enseña su nevero medieval y el uso de su hielo en funciones curativas y de conservación de alimentos

Los vecinos de Undués de Lerda (Zaragoza) y visitantes han conocido cómo se pudo construir el nevero, posiblemente medieval, de esta localidad de 60 habitantes y la utilidad del mismo –para sanar enfermedades y conservar alimentos- en una jornada organizada por los dos Grupos de Acción Local y la comarca de Cinco Villas.

Ejea de los Caballeros.- Los vecinos de la localidad zaragozana de Undués de Lerda y visitantes de la comarca de Cinco Villas han conocido a través de una proyección de vídeo las distintas utilidades –terapéuticas y de conservación de alimentos- del nevero de este municipio que podría datar entre los siglos XIV y XV y que actualmente se encuentra en fase de restauración.

La iniciativa, que ha incluido una visita guiada a este enclave y una explicación del trabajo constructivo de esta estructura, forma parte de la Ruta de oficios y tradiciones que organizan los Grupos de Acción Local Adefo Cinco Villas y Cider Prepirineo en colaboración con la comarca de Cinco Villas.

Los neveros o pozos de hielo como el de Undués de Lerda son construcciones cuya función era el almacenaje y conservación del hielo y la nieve invernal para su posterior uso durante el verano.

Utilidad médica

La utilización principal del hielo era médica, para rebajar procesos febriles, como calmante en síntomas de cólera o meningitis, como antiinflamatorio o para detener hemorragias.

El uso del nevero con fines domésticos era secundario si bien fue incrementándose a lo largo del tiempo, de forma paralela al incremento del comercio del hielo, para la conservación de alimentos o la refrigeración de bebidas.

Según ha explicado Cristina Gómez, técnico de Cider Prepirineo, “hemos conocido los usos del nevero a través de las explicaciones que dieron los abuelos de los nacidos en Undués de Lerda pero en la actualidad ningún vecino ha conocido directamente cómo se utilizaban”.

Estructura del nevero de Undués de Lerda

La estructura del nevero de Undués de Lerda, que ha sido explicada en la visita guiada, consta de una planta circular construida con piedra sillar dispuesta en seco. La cubierta está formada por una cúpula con dos arcos cruzados. Existen dos entradas, una superior en la cúpula y otra lateral con orientación E.

Asimismo presenta restos de un muro junto a la entrada lateral a ambos lados, con un pasillo con suelo de losas. En estos momentos, el nevero de Undués de Lerda se encuentra en una primera fase de restauración.

Datación del nevero de Undués de Lerda

Del nevero de Undués de Lerda no queda memoria reciente de su uso. En la bibliografía consultada hasta la actualidad no se ha encontrado ningún dato sobre su origen, propiedad original o gestión, pero por sus características, la opinión de los estudiosos y los datos aportados por algunos vecinos, se trataría de un nevero de origen medieval (s. XIV- XV), con una producción y comercio destinado al consumo de la población local para los usos antes citados y que pudo estar funcionando hasta finales del siglo XIX.

La cúpula del nevero “se encuentra bastante bien conservada”, ha señalado Cristina Gómez, quien ha explicado que “hace unos años se hizo un estudio con una memoria técnica para su restauración”. Hasta el momento las únicas actuaciones realizadas han consistido en el acondicionamiento de los accesos al nevero y en la colocación de paneles informativos sobre la construcción y utilidad del mismo.

Tipología de los neveros

La tipología más común de los neveros en la comarca de Cinco Villas era de planta circular horadada en el terreno. Una vez alcanzada la superficie la construcción era elevada levantando sucesivos anillos para finalmente ser cubiertas mediante una cúpula que protege el pozo y su contenido.

El trabajo en los neveros comenzaba a principios de otoño, momento en el que se encontraba vacío tras su uso durante el verano. Se limpiaba su interior y se reparaban los posibles desperfectos tanto en el emparrillado de madera que aislaba la nieve del suelo como en otros elementos del nevero.

Con las primeras nevadas comenzaba el trabajo: se recogía la nieve por los jornaleros en carros y machos y se procedía a su introducción por las aberturas superiores. Una vez dentro, se machacaba y apisonaba con mazos, palas e incluso con los propios pies, formando una masa compacta y sin huecos, para favorecer su conservación y se disponía en distintas capas separadas por paja hasta llenar el nevero.

El hielo se extraía y cortaba por medio de hachas, cuñas o punteros por la puerta habilitada para ello o por la abertura superior, obteniéndose las piezas que, una vez en el exterior, debían compactarse en cajones de madera, bien recubiertas con paños y paja para evitar pérdidas durante su transporte, que solía realizarse en las horas menos calurosas del día, principalmente por la noche.