Tarazona.- Con una afluencia de público masiva, Novallas ha celebrado este sábado su tradicional ‘encierro andando’, que ha transcurrido sin incidentes destacables. La docena de reses bravas -entre vacas, novillos y mansos- ha sido soltada a las ocho de la mañana en un término situado a un kilómetro aproximadamente del casco urbano de Novallas.
Los animales participantes son de una ganadería de Teruel especializada en trashumancia, motivo por el cual no se han producido contratiempos reseñables. Únicamente, cuando las reses estaban a punto de entrar al casco urbano de la localidad, se han desviado a un campo y, después, han retrocedido unos metros en el recorrido. Una de las vacas se ha separado de la manada y ha huido, aunque apenas unas horas después, a media mañana, ha sido capturada por el propio ganadero.
Minutos después de las nueve de la mañana, el resto del ganado ha hecho un receso en un campo próximo al pueblo porque un hombre ha sufrido un ataque epiléptico y la organización ha decidido esperar unos minutos a que fuera atendido por la ambulancia antes de continuar con el encierro.
Finalmente, los numerosos jinetes que han acompañado a las reses durante todo el recorrido han conducido a los animales hasta el casco urbano de Novallas, donde el itinerario ya estaba vallado, cruzando por la carretera N-121 que la Guardia Civil ha cerrado al tráfico durante unos minutos.
Gran afluencia de público
Tal y como ha señalado la concejala del Ayuntamiento de Novallas, Begoña Úcar, la afluencia de público este año ha sido masiva. “Ha venido muchísima gente y también caballistas, cuarenta y dos, que se apuntaron previamente”, ha señalado. La organización ha cifrado en dos mil las personas que han acudido a la cita de hoy, dato bastante razonable teniendo en cuenta que Novallas tiene casi un millar de vecinos. Además, la coincidencia del evento en sábado (siempre se celebra el día 15 de septiembre) ha sido determinante a la hora de atraer gente.
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| El encierro de este año ha sido el más masivo |
La edil ha destacado el refuerzo de las medidas de seguridad que el Consistorio ha tomado como todos los años para el buen desarrollo del festejo. “La Guardia Civil y el alcalde han controlado a los coches y motos del recorrido, porque el año pasado se colaron bastantes y entorpecen el transcurrir del encierro”, ha dicho.
Un festejo con historia
El ‘encierro andando’ es el acto más destacado de la fiestas patronales de Novallas, que se celebran en septiembre en honor de la Cruz. Declarado de Interés Turístico Regional, sus orígenes se remontan a finales del siglo pasado, cuando no existían medios de transporte para los animales.
Por ello, era necesario traerlos andando a través del campo y con jinetes. “Durante varios años se perdió la tradición, pero hace cuatro que la recuperamos”, ha añadido Begoña Úcar.
