Los empleados de las piscinas municipales instan al Ayuntamiento a poner en marcha un observatorio de convivencia

Los funcionarios de las piscinas municipales desean que se establezca un observatorio de convivencia para dar respuesta a las incidencias e incluso agresiones que se han registrado esta temporada. Así, han mostrado su apoyo a que se pongan en marcha medidas no solo policiales, sino de formación y concienciación entre los usuarios.

Zaragoza.- Los funcionarios de las piscinas municipales solicitaron la semana pasada a los técnicos responsables del Ayuntamiento de Zaragoza un informe sobre el número de agresiones e incidencias relacionadas con la convivencia durante esta temporada. Desde este colectivo se cree que han aumentado.

Sin embargo, los trabajadores no quieren que quede en una mera impresión de que existe una cierta tendencia a no respetar la norma, sino que con el informe buscan datos objetivos para “poder analizarlo cada vez que termine la temporada de piscinas y, con los años, disponer de un buen observatorio de las incidencias, así como de su evolución”, según ha explicado El delegado de UGT-Aragón en el Ayuntamiento de Zaragoza, Óscar Andreu.

Por este motivo, todas las organizaciones sindicales con representación en el consistorio zaragozano se reunieron a petición de UGT-Aragón y solicitaron a los responsables de las piscinas públicas que elaborasen un informe que les permita conocer “toda la información y todos los detalles sobre las instalaciones en las que han tenido lugar las incidencias y agresiones, así como las circunstancias”, ha añadido.

Con este informe podrá a echar a andar una serie de medidas que se ajusten a los problemas de convivencia que se están dando en la actualidad, “y comprobar si son eficaces”.

En el uso de las instalaciones hay una serie de normas fundamentadas para el uso y disfrute de todos los ciudadanos y para su seguridad. Sin embargo, hay quienes no lo entienden así, según ha explicado el delegado de UGT-Aragón en el Ayuntamiento de Zaragoza. “Se ponen a jugar a la pelota donde no se puede o hacen un uso inseguro de las piscinas, lo que les pone en riesgo a ellos mismos y a los que les rodean”, ha manifestado. Además, también se han dado hurtos.

Sin embargo, cuando los trabajadores se acercan a estas personas, en lugar de aceptar la reprimenda, se les encaran, “dándose incluso varias agresiones físicas”, ha asegurado Andreu. Aunque los casos graves de agresiones físicas no son numerosos, “son la punta del iceberg de una problemática de convivencia y de incumplimientos reiterados de las normativas, que ponen en peligro la seguridad de funcionarios y usuarios de las instalaciones".

Además de la solicitud de este informe, que estiman estará listo en la próxima semana, en la que ya habrá finalizado la temporada de piscinas, se ha instado al Ayuntamiento a que ponga en marcha las medidas que mejores los problemas de convivencia que se están dando. “Entendemos que son sus técnicos y la Policía Local, quienes tienen que articularlas”, ha sostenido Andreu. Pero se ha mostrado su ánimo de que las iniciativas vayan más allá, “y también aborden la concienciación de los usuario, así como la formación de los trabajadores para mejorar la seguridad de todos”.