Los ecologistas iniciarán una campaña de apadrinamiento de árboles el próximo 23 de agosto en Macanaz

Las reivindicaciones de los ecologistas se extienden "al impacto de las obras en toda la ribera". La primera concentración, convocada para al apadrinamiento de árboles, será el jueves 23 en la arboleda de Macanaz. Además, barajan llevar a la Fiscalía el caso de "la devastación de las obras de la Expo" en el Ebro.

Zaragoza.- Los grupos ecologistas reunidos en asamblea decidieron, ayer lunes, iniciar acciones legales y ciudadanas para frenar “la devastación de las obras de la Expo”, según un miembro del grupo Triacanthos, José Antonio Domínguez. Para el jueves 23 de agosto han convocado una concentración en la arboleda de Macanaz a las 19.00 horas, con la que iniciarán una campaña de apadrinamiento de árboles.

Además, se han constituido en Coordinadora de Afectados, para presentar quejas formales ante las instituciones. Entre las diversas opciones, los ecologistas se plantean llevar a la Fiscalía del Estado y a la Comisión de Peticiones de las Cortes de Aragón sendas quejas por el impacto en el río Ebro de las obras de la Expo. De momento, están realizando “informes detallados de las afecciones que los ciudadanos están observando en las obras derivadas de la Expo y del Plan de Riberas”, ha asegurado Domínguez. En ellos, se incluirán agresiones a la vegetación, al patrimonio histórico y a infraestructuras urbanas como son los parques.

Otra de las medidas acordadas consiste en elaborar un “manifiesto en defensa del Ebro”, que cuente con el apoyo de ciudadanos y expertos en materia de ecología y ríos, así como de personalidades de la cultura a nivel estatal. “Se pretende extenderlo a nivel nacional para demostrar que nuestras peticiones están basadas en hechos científicos y de sentido común”, ha afirmado Domínguez.

Por último, se ha valorado también la posibilidad de mostrar los “destrozos de ciertas obras como el azud” a los periodistas “igual que la Expo les lleva de paseo para enseñar el desarrollo de las obras”.

Hasta aquí hemos llegado

José Antonio Domínguez ha afirmado que se ha dado un “proceso de desengaño”. “La Expo prometía muchos beneficios de desarrollo sostenible y hubo mucha gente que se lo creyó”, ha denunciado Domínguez. “No sirve la vajilla reciclable y los barquitos solares si a cambio se destruyen montañas para sacar la grava y el cemento de las obras”, ha añadido. También ha criticado el alzado de cinco metros de la llanura de Ranillas que se inundaba cuando había crecida del Ebro; “por algún sitio tendrá que ir cuando crezca”, ha asegurado.

Además, ha afirmado que, tras haber solicitado información de forma oficial “pidiendo informes que no nos entregan”, no descartan hacer alguna otra intervención de oposición física de “hasta aquí hemos llegado”. “No queda otro recurso que ponerse delante de la máquina, defender árbol a árbol y piedra a piedra”, ha denunciado este miembro de la asamblea ecologista.

Becerril defiende las obras

El alcalde accidental del Ayuntamiento de Zaragoza, Antonio Becerril, ha defendido las obras que se están llevando a cabo en las riberas y ha afirmado que “benefician a los ciudadanos y al mismo río”. Asimismo, ha destacado que “es una obra de interés general para la ciudad de Zaragoza” y que favocecerá “la navegación y los deportes en el río”.

Becerril ha recalcado que “tenemos todos los informes en perfectas condiciones, desde la CHE, de Patrimonio, de la Agenda Local 21, de Infraestructuras, de Medio Ambiente, por lo tanto no tenemos ningún problema ni ningún miedo”. En respuesta a las exigencias de grupos ecologistas y de algunos partidos políticos de que el proyecto pase por una evaluación de impacto ambiental, Becerril ha indicado que “ni Inaga ni la CHE nos lo ha pedido porque se trata de una zona urbanizable”.

Además, ha señalado que “sería tirar por la borda los cientos de millones que estamos gastando en las riberas para el disfrute de los zaragozanos y no utilizar el río tan magnífico que tenemos cuando para nosotros no hay ninguna afección”. No obstante, ha afirmado en referencia a las acciones de los ecologistas, que “están en su derecho, como todo el mundo, de reivindicar lo que ellos creen”.