Zaragoza.- El presidente del Partido Aragonés, José Ángel Biel, ha desvelado este viernes el secreto de su “doble candidatura” a las Cortes de Aragón y al Ayuntamiento de Zaragoza: proponer un “contrato-programa” entre ambas instituciones para “darle la vuelta” a la capital. Este acuerdo, basado en un “pacto global entre partidos” después del día 27, permitiría dotar de 720 millones de inversión extra a la ciudad, que harían realidad proyectos como el metro y La Romareda sin subir los impuestos municipales.
Biel ha anunciado ya de inicio que a partir de este momento se va a “visualizar” y “cuantificar” el por qué de una doble apuesta “que no es ningún capricho”, sino una “necesidad”. Así, ha empezado por recordar que la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía de Aragón ha cambiado “el marco político” de la Comunidad, ya que promueve, además de una Ley de Capitalidad, un “régimen especial” para Zaragoza.
Y, como condición desarrollar la nueva normativa, el líder aragonesista ha denunciado la necesidad de recuperar la “sintonía” entre las dos instituciones aragonesas más importantes, tras cuatro años en los que habría faltado, “por mucho que se empeñen en taparlo”. Así, sería el PAR, desde el centro político, la formación capaz de recuperar el “contrato-programa” entre la DGA y el Ayuntamiento, puesto que “algo tendrá que decir” en los despachos del Pignatelli, ha advertido Biel.
La fórmula para el metro
Este acuerdo supondría una inyección de 90 millones de euros anuales al Consistorio zaragozano (720 en toda la legislatura) que permitirían financiar “una Expo cada cuatro años”. Con esta fórmula, el máximo responsable del PAR ha prometido “doblar la inversión” y hacer realidad proyectos como el metro y La Romareda.
Según ha precisado Biel, el subterráneo sería la apuesta principal y acapararía el 50% de estos fondos, con una dotación de 360 millones. “Ésa sería la aportación que podría hacer el Gobierno de Aragón, no quiero ni contar lo que tendremos que obtener del Ministerio de Fomento”, ha reseñado y, para acallar a posibles incrédulos o “iluminados”, ha añadido: “El que diga que no se puede hacer es porque no conoce las nuevas técnicas de construcción”.
En todo caso, la propuesta lanzada por el doble candidato no se queda aquí, y ha desglosado las demás partidas de este plan de financiación interinstitucional. De esos 720 millones, a La Romareda irían a parar 30 millones de euros, para servicios sociales 36 millones de euros, para seguridad 12 millones de euros, para descentralización y “gestión rápida” 6 millones, para nuevas tecnologías 18 millones de euros, otros 15 para cultura, 80 para un servicio de urgencias rápidas en el entorno metropolitano y compra de suelo público y hasta 120 millones para “desarrollo metropolitano”.
Otra parte importante, 15 millones de euros, podría servir para promover viviendas de alquiler y compra de suelo público. No obstante, el líder aragonesista ha subido el nivel y ha asegurado que “no haría falta esa cantidad, porque si en 1063 kilómetros cuadrados de suelo público –la superficie del término municipal de Zaragoza- no encontramos terreno para hacer esas viviendas, es que somos muy malos gestores”.
"Sin perder Aragón"
Una vez explicado este impulso a la capital, Biel se ha apresurado a aclarar que todo ello se haría “sin que Aragón pierda nada”, ya que se harían “las mismas cosas, y más, con los mismos presupuestos; porque Aragón va a más”. Con un buen nivel de crecimiento y con una deuda pública “muy tranquila” el doble candidato ha apostado, en definitiva, por “unir Zaragoza con Aragón” y poner fin así ha décadas de encuentros y desencuentros.
Después ha llegado la justificación política, que como viene anunciando desde hace meses, se basa en la a veces denostada condición del PAR como “partido bisagra”. “Quitarle las bisagras a las puertas y os quedaréis sin puertas”, ha contestado Biel, reivindicando un papel clave en ambas instituciones con las directivas de los partidos, también en Madrid, como único interlocutor válido. “Queremos pactos globales”, ha exigido en este sentido.
De todos modos, y con los resultados de las últimas encuestas en la cabeza, el dirigente aragonesista ha asegurado que su partido “no descarta ningún pacto”. “Nosotros queremos llevarnos votos a dos manos”, ha declarado, para después poder pensar en reeditar su pacto con el PSOE, recuperar la alianza con el PP, o incluso rescatar el gobierno a tres con IU, del que ha elogiado aspectos positivos como el compromiso para urbanizar el barrio del AVE. Eso sí, ha señalado un “tripartito a la catalana” como única opción indeseable.
