Ecologistas denuncian el coste medioambiental de las obras de las riberas del Ebro en Zaragoza

La Asociación Naturalista de Aragón (ANSAR) ha denunciado el perjuicio ocasionado por el avance de las obras que afectan a las orillas del Ebro del Plan de Riberas de Zaragoza para la Expo 2008. Para los ecologistas la ejecución de los proyectos provoca la desaparición de la vegetación y facilita el asentamiento del mejillón cebra.

Zaragoza.- La Asociación Naturalista de Aragón (ANSAR) ha denunciado la desaparición de la orla de vegetación natural de las orillas del Ebro como consecuencia de la ejecución de los nuevos proyectos del Plan de Riberas de Zaragoza para la Expo 2008 aprobados.

Los ecologistas han asegurado que las primeras actuaciones del Plan de Riberas han eliminado toda vegetación natural y la han sustituido por una escollera de piedras. Esto supone un atentado a las más elementales normas de conservación de riberas y es contrario a lo previsto en el Plan de Conservación de la Margaritífera auricularia (especie en peligro de extinción), a la Directiva Marco del agua, al Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Ebro y al Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza, ha explicado Ansar.

Además, los ecologistas añaden que el informe También el informe elaborado tras la prospección del tramo urbano del Ebro por el equipo del Sr. Araujo proponía la conservación de la vegetación de las orillas para garantizar la protección de todas las especies de mejillones de agua dulce.

Según los ecologistas todo indica que los proyectos que se van a ejecutar en las riberas del Ebro no contemplan la conservación de la orla de vegetación existente y que es sustituida por escolleras o estructuras de hormigón que suponen en una primera fase la eliminación de la totalidad de la misma.

Si bien Ansar podría comprender actuaciones de este tipo en zonas de riesgo por erosión, considera que no se justifica para nada en los tramos rectos. El conjunto del tramo urbano va a quedar como un canal artificial y no como un río, han manifestado.

A estas actuaciones los ecologistas añaden la regulación de este tramo de río con la entrada en funcionamiento del azud de Zaragoza, con lo que la modificación de la dinámica fluvial alterará las condiciones medioambientales del río y supondrá un medio propicio para la proliferación de Mejillón cebra cuyas consecuencias serán catastróficas.